El experto Benjamín Gómez Navarro dijo que el sueño de ser madre no es inalcanzable para mujeres que han sido sometidas a trasplantes renales, quienes mediante estrecha vigilancia y tratamiento médico pueden llegar a concebir y dar a luz sin complicaciones.
En rueda de prensa, el jefe del Servicio de Nefrología del Hospital de Especialidades del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Jalisco añadió que “en los últimos años han sido alrededor de 50 las pacientes de este nosocomio que posterior al trasplante de riñón pudieron concebir y llevar a término su embarazo”.
Subrayó que la mayoría de ellas tienen entre 25 y 35 años de edad y previo a quedar embarazadas acudieron también a consulta de gineco-obstetricia, derivado por parte del servicio de Nefrología y así para llevar el control del embarazo, entre ambos servicios.
Precisó que se les sugirió esperar dos años tras ser trasplantadas para poder buscar el embarazo, tiempo en el que no debieron presentar ninguna crisis de rechazó al riñón y tener función normal del injerto renal.
Explicó que una vez que decidieron el embarazo, se les hace ajustes a su tratamiento de inmunosupresión para prevención del rechazo orgánico, y seleccionar un grupo de fármacos que si se permite ingerir a las mujeres embarazadas, a dosis adecuadas.
Agregó que la vigilancia médica fue estrecha y cada mes fueron citadas para la práctica de estudios a fin de verificar la adecuada función renal y que los niveles de creatinina y urea en el organismo se encontraran en condiciones aceptables.
Detalló que los cuidados incluyeron, además, que la paciente llevara una alimentación adecuada para evitar subir más de 10 kilos en el embarazo, toda vez que esto incrementa el riesgo de presentar presión arterial elevada que a su vez daña la función renal.
Señaló que el sobrepeso ocasiona que el órgano trabaje “a marchas forzadas, considerando que sólo es un riñón el que opera en buenas condiciones”.
Mencionó que en las pacientes primerizas existe un mayor riesgo de desarrollar preclampsia, comparado con mujeres que han tenido embarazos previos.
Sobre la lactancia, comentó que algunas pacientes no podrán realizar esta práctica debido a la ingesta de fármacos inmunosupresores.
Manifestó que luego del postparto, la paciente es citada nuevamente en Nefrología a fin de normalizar las dosis y el tratamiento inmunosupresor que se le suministraba, previo a su embarazo.
Afirmó que el embarazo en la mujer post trasplantada debe ser planeado y vigilado por especialistas, debido al hecho de que algunas pacientes quedan embarazadas en menos de un año posterior al trasplante lo que aumenta considerablemente las posibilidades de rechazo del órgano y de abortos espontáneos.
Indicó que las potenciales madres pos-trasplante renal no deberán de suspender sus tratamientos médicos, sin indicación del galeno, los resultados generalmente serán buenos, cuando el binomio madre e hijo está bajo un control organizado y multidisciplinario.
Información:Notimex
