Susanito Corredor había pasado bastante tiempo entrenando para su próximo 10K, después de su última carrera donde no le fue nada bien, como cada runner sabe la siguiente carrera será una nueva oportunidad para volverlo a lograr.
Y así fue… dos meses previos de intenso trabajo y hasta inscribirse en el Cross Fit, presagiaba que podría romper su récord personal y por supuesto una vez más su Facebook e Instagram se vieron inundados de sus propios comentarios… todo mundo a través de su Garmin Forerunner 220y Endomondose pudo enterarcuánto corrió, por dónde paso, a quién saludo, con quién platicó y hasta cuántos decilitros sudó -¿Y con su cámara?-con ésta se pudieron ver fotos trotando, cargando la barra y hasta saltando la llanta.
Es aquí donde se reflexiona: -¿A todos lados carga su tripié donde coloca su fabuloso iPhone 6 o a cualquier persona que se le arrima le pide que le tome una fotografía?-
Pero no hay más que decir, se llega el día, además de la malla, playera, gorra y sus llamativos Asics Gel NoosaTri 9 GR, 13 aditamentos más adornaban su cuerpo, había que entrar en calor, Susanito con trote ligero de esquina a esquina casi estaba listo para entrar en su corral, antes… estirar el abductor, se llega el momento, último ajuste al playlist, en sus marcas, listos… ¡Fuera!
A paso controlado, sin salir desbocado, Susanito recordó lo que leyó en la última edición de la revista Runner´sWorld, kilómetro 2 se sentía de maravilla, kilómetro 3 se administra el primer gel de energía, (¿En un 10k nunca sabremos para qué?) el paso iba constante y cada vez mejor, empieza a rebasar a uno, a dos y a… -OK sólo fueron 2- kilómetro 5 justo a la mitad se acomoda su celular, pero en el 6 sus lentes de tipo gota caen al suelo, regresa 5 pasos atrás, una amable señora se los da, había que seguir y recuperar los segundos perdidos, kilómetro 7 su Garmin le señalaba que iba más rápido de lo normal, se cruza por su camino una veterana corredora, disgustado piensa:-¿Pero qué no sabe esta señora?-no era momento de distracción se acercaba el final, kilómetro 8 el último gel, adelante el arco ya se dejaba ver, kilómetro 9 era momento de darlo todo de no acomodar el cinturón de hidratación ni la manga de compresión, 500 metros rumbo a la meta, dos señoras frenéticamente lo alentaban, (Eran sus tías)-¡Vamos hijo de mi corazón!-y de repente vino la culminación.
Su reloj marcó 5:34 menos que su 10K anterior, feliz y orgulloso se dirigió por su medalla iba a preparar su iPhone 6 para presumir, (Una disculpa) para compartir su logro, una foto con su tiempo acompañada de su medalla saludando al cielo, era lo que “ansiosos” esperaban ver los 15 amigos que había etiquetado, pero de camino…se topó frente a las listas de ganadores, Susanito se acercó y de repente hasta el aire perdió.
En la lista decía:-Susanito Pérez 3er lugar categoría 25-29-
Anunciaron en el alta voz –Ganadores pasen a la celebración- Susanitoapresurado se subió al podio, antes pidió a un conocido que le tomará fotografías, de tantos ángulos que ni él mismo se imaginaría, el orgullo era total y ya de nuevo con su celular la foto para Facebook cambió, las etiquetas ya no eran para 15 sino para 65 amigos, más 102 fotos de su álbum de su victoria, Susanito gritaba a todo pulmón el orgullo que le causaba ser corredor.
Susanito no se había percatado que el 10K en realidad midió 9.200 metros, pero que importaba, ganar es ganar, incluso aunque fuese en la primera carrera a beneficio del Asilo de la Bondad en donde participaron varias personas de la 3era edad qué ahí solían habitar.
4 días después el álbum de la victoria se iba cargando de más fotos, de auto comentarios y auto likes, siendo aquello ya una barbaridad, e incluso se dice que 15 de sus “mejores amigos” de tanto comentar sus notificaciones le llegaron a bloquear.
Susano Moraleja: en la derrota pero aún más en la victoria, la mesura y humildad deben ser lo que distinga sobre todo lo demás.
Susanito Corredor.