Que tal; es un gusto saludarle de nuevo.
Esta semana platicaremos de un turístico nacional espectacular, hoy platicaremos del hermoso estado de Puebla y su histórica gastronomía
Al amparo de tres volcanes, entre la mítica Tenochtitlán -hoy Ciudad de México- y Veracruz, esta ciudad novohispana floreció durante siglos. De su riqueza hablan las hermosas fachadas recubiertas de Talavera, sus templos, sus conventos, su archivo o su magnífica Biblioteca Palafoxiana hoy día esta hermosa ciudad a unos pasos del Distrito Federal presume sin arrogancia el título de patrimonio cultural de la humanidad donde por primera vez vistieron las mujeres el traje de la china poblana símbolo nacional. Aquí vivió Catalina de San Juan. Aquí se cocinaron el mole poblano, los chiles en nogada y los dulces que son estandarte de la gastronomía mexicana. Y aquí se libró la batalla del 5 de mayo de 1862 aquí huele y se respira la historia nacional.
Para mole el de Puebla; totalmente angelical.
El mole poblano es una especialidad culinaria de la ciudad de Puebla y gastronómicamente hablando es una salsa hecha con una gran variedad de ingredientes vertida sobre piezas de guajolote o pavo cuya historia se remonta a la época precolombina. Cuenta la historia Azteca que se preparaba para los grandes señores un platillo complejo llamado "mulli", que significa potaje o mezcla. La palabra mole es de origen náhuatl, viene del término molli o mulli y hace referencia a cualquier salsa, aunque en su significado actual se refiere específicamente a un grupo de platillos que tienen algunos elementos en común, por el hecho de ser a base de carnes o aves.
Las recetas de mole son cientos y de regiones distintas.
El mole más conocido en México es el mole poblano, el cual es una especialidad culinaria de la ciudad de Puebla. Una versión ubica al origen del mole poblano en el convento de Santa Rosa, en la ciudad de Puebla, cuando una monja molió diferentes chiles y otros condimentos juntos en un metate. Estas monjas mantenían un voto de silencio, pero cuenta la historia que el aroma de los ingredientes que la monja molía era tan agradable que la madre superiora rompió el silencio y dijo: "Hermana, ¡qué bien mole!". Todas las monjas echaron a reír y la corrigieron: "Se dice: ¡qué bien muele!, hermana"; y es por ello que se llamó mole a este platillo y mire sino con los siguientes ingredientes los cuales le invito a que prepare y sorprenda este fin a su familia.
Versión de la receta tradicional del mole poblano.
Poner a hervir el pavo o pollo con sal al gusto y cebolla; después que ya esté cocido separar la carne y resguardar el consomé o caldo. Tostar y quitarle las semillas a los chiles y guardarlos. Tostar las especias, el ajonjolí, el pan, las pasas, almendras, tortilla o galletas, la cebolla, los cacahuates y 2 dientes de ajo. Asar, quitarles la piel y las semillas a los jitomates y molerlos con el chipotle (opcionales). Moler todos ingredientes anteriores con la canela y la pimienta, con esto se obtendrá una pasta. En una cazuela de barro, agregar la manteca y freír la pasta que se obtuvo de las especies, añadir poco a poco el caldo y batir hasta obtener una mezcla suave. Incorporar el resto del caldo, el chocolate y el azúcar. Dejar hervir 30 minutos a fuego lento y mover constantemente. El plato de talavera es el lienzo perfecto para plasmar esta obra de arte donde se colocan las piezas del ave de su elección y se bañan con el mole caliente decorado con pizcas de ajonjolí, arroz a la mexicana o blanco y tortillas de comal y ya se me hizo agua la boca!! Acompáñelo con una exquisita copa de vino astringente como cabernet sauvignon de la región del valle de Guadalupe y disfrute de un manjar digno de reyes.
Pero si este fin tiene el tiempo suficiente para vivir la experiencia a flor de piel dese una vuelta por este bello estado y viste el Zócalo, presidido por la imponente Catedral, que ha sido siempre el corazón de esta imponente ciudad por cierto muy segura. También lo invito a que visite los cafés y restaurantes bajo los portales, el lugar de reunión y descubre casas con muñecos y alfeñiques, extraordinarios trabajos de Talavera, capillas barrocas cubiertas de oro, un bohemio Barrio de los Artistas, una calle llena de Dulces y las cocinas más sensibles de nuestro país. Yo le recomiendo que se hospede en los hoteles Fiesta Inn, Fiesta Americana o One donde seguramente recibirá la mejor de las atenciones, con el cariño, la calidad y la gran pasión por servir que tiene la gente de Grupo Posadas, sin duda alguna no te arrepentirá.
Pase usted un fin de semana en familia, si sale a carretera maneje con precaución, como mole y si puede me trae un poquito y ya sabe, nos comemos la próxima semana.