Por Ana María Solís
Todos en algún instante de nuestra vida nos hemos topado con situaciones a veces tan sorprendentes que hemos llegado a exclamar “DEMASIADO BUENO PARA SER CIERTO”.
A título personal no sé si sea, una de dos:
- el pesimismo sociocultural ya bastante arraigado al pensamiento del mexicano (pinche negatividad heredada o aprendida), o bien;
- la cruda realidad de que los milagros por sí solos no existen. Y, tratándose de políticos, los actos que de ellos emanen “nunca” podrán ser honestos, íntegros y comprometidos.
Pero ojo, no siempre suele ser así, a veces solo basta desechar esos pensamientos o prejuicios o bien comprender que la vida trata de prepararnos con experiencias negativas previas, para más adelante, elegir mejor en todas y cada una de las experiencias de vida que deseemos emprender.
José Ramón Narro Robles es un hombre que todos relacionamos el ámbito académico y con el medio de la salud, pero pocos saben que es un priista de esos contados que no presumen su militancia o se basan en ella para ser “alguien” reconocido en México o el mundo, es más un personaje atípico, progresista, frontal sin caer en complicadas provocaciones en contra de las instituciones, sin embargo, habla duro, enfrenta los datos duros y acepta cuando algo simplemente no está como a millones nos gustaría y merecemos que estén: bien hechas y sin tanto pretexto burocrático.
El Dr. Narro es ese hombre inusual, que no solo genera confianza, honestidad, sino que además suele ser un amante comprometido con su campo de experiencia: la Salud Pública, la docencia y la administración.
Narro Robles, es un hombre que genera un perfil independiente del político tradicional, uno que tiene más puntos favorables que en contra, tanto que hasta puede ser considerado #DemasiadoBuenoParaSerCierto
Habla y promueve la inclusión de personas con discapacidad, LGBTTTI, mujeres, jóvenes y niños en cada conferencia magistral. Comparte con todos, en especial los jóvenes, su visión sobre la necesidad de recuperar los valores cívicos y laicos que deben tener las sociedades.
¿Quién es capaz de dictar cátedra a los cubanos, y en salud?
José Narro Robles
¿Quién audita y presenta denuncias contra los responsables del mal manejo de los recursos del sector salud?;
¿Quién atiende lo básico, soluciona lo urgente y aun así, se da tiempo de guiñar el ojo cuando le preguntan sobre su posible candidatura?;
Se dice fácil, solo él.
Se ha comprometido a errradicar el problema de la corrupción, no con “honejtidá”, ni basando todo en “ejperanza”, sino atendiendo de raíz el problema, fortaleciendo las instituciones del estado, realizando operativos en contra del comercio y la fabricación ilegal de medicamentos apócrifos, desmantelamiento de laboratorios clandestinos. Si, Narro no evade, afronta.
En el PRI, es probable que el candidato presidencial sea perfilado en agosto.
En la baraja priista, se mantiene firme el nombre de JOSÉ NARRO ROBLES, éste último una sorpresiva insurgencia que ha despertado gran optimismo entre las fuerzas progresistas y académicas, porque traduce un reconocido y apreciado perfil que bien puede reorientar las prácticas políticas, programa y estrategias del Revolucionario Institucional y sus aliados.
A veces nos tocan garbanzos de a libra y Narro es hoy por hoy la mejor opción aún en voces de aquellos que por años han sido militantes y simpatizantes de otros partidos.
Demasiado bueno para ser cierto (aún /siendo priista) y justamente por ello me pregunto, ¿qué no es eso lo que exigimos por décadas los mexicanos?
#SeLosDejoDeTarea
Imagen de: Internet
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