Hola hermosas y locas corredoras: Cuantas cosas no podemos seguir escribiendo en nuestros Diarios de Corredoras, y en el de Estrellita Pronadoraexiste otra; sabedoras de que corremos por tantas y tantas razones, correr eleva tu seguridad y te hace dar cuenta de tus posibilidades, conocer tus miedos para enfrentarlos y claro derrotarlos. Sin duda en esto buscas día a día lo mejor, y con esto no me refiero a estar buscando precisamente a un corredor, más bien en cosas que te hagan mejorar, y así decides unirte a un equipo de running, quizá ya estando ahí muchos o muchas (peor aún) te lleguen a criticar, si vistes sexy y colorida no es para llamar la atención, sino para conectarte de emoción, pero -¿Por qué los corredores piensan lo contrario?- llegas y las miradas “masculinas” nada discretas te hacen sentir como un pedazo de carne dentro de una carnicería al cual espera comerlo toda una jauría. Otros te buscan defectos y no sólo los de correr, sino los propios de una mujer: celulitis, kilos de máso cualquier tontería que sus ojos llegan a inventar, pero -¡por favor!-como si a ellos los hubiera hecho personalmente Dios. Pasan algunos días de la entrada al nuevo equipo y en tu celular se llega a aparecer; -Estrellita tiene una nueva notificación, solicitud de un nuevo “amigo”- se trata de un corredor que también está en el equipo, sin problema lo aceptas, al paso de las horas se lee un;-¡Hola!- por cortesía y educación cinco horas después contestas otro hola, posterior viene por parte de él una “original pregunta” -¿Corres verdad?- caray… pero si te vio entrenar. En fin, contestas que sí, y la “platica” termina ahí, posterior sin hacer mucho caso vuelves al equipo, te encuentras corriendo en lo tuyo, y aquel original corredor quiere volver a llamar la atención, viene de frente, acelera el paso, hasta un minuto debajo de su tiempo normal, saca el pecho, mejora la postura, y al pasar hace tantos sonidos de esfuerzo tan sólo para hacerte sentir que casi es un corredor elite. -Es curioso cómo no llegan a imaginar que una sabe cuándo sólo te quieren impresionar- Hasta ahí todo bien sin importancia, pero de nuevo otro inbox: -Hola Estrellita, oye disculpa que bien corres y con todo respeto que bonita te veías con ese short- sin duda vuelas con esas frases tan románticas, así que para seguir disfrutando tu estancia entre las estrellas mejor ya ni le contestas. Los días pasan y en el entrenamiento él se te vuelve a aparecer, te dispones a estirar y aquel corredor a mirar y con la mente a desnudar, es cuando ardes de coraje y te encantaría gritarle; si quieres mirar… -Mira tus logros o medallas, ¡no mis nalgas!- Sus invitaciones a salir o a corrervan y vienen al igual que las evasivas, hasta que cierto día te enteras que aquel “original corredor” aplica con todas,las mismas fabulosas técnicas de seducción, lo peor es que su novia también está en el equipo; -¿Qué tal?- de lo que Estrellita se llega a enterar. Como Dios está muy ocupado tratando de arreglar la pobreza, temblores y huracanes, dices; -¿Por qué no quitarle algo de trabajo a Dios, y así este corredor pueda recibir una lección?- Por fin aceptas su invitación para ir a correr y como buena corredora no puedes salir sin una buena amiga, y si es una nueva mejor la cosa, -¿Y qué tal su novia?- Irónicamente la conoces antes y te llevas bien, porque obviamente la llegas a entender. Así, esa mañana de reuniones y corrida, me acompañé no de él sino deella he hice que la supuesta casualidad nos cruzara a los tres, alguien simplemente quiso que se lo tragara la tierra, obviamente a ella no se le puede decir,eso es cosa de que cada mujer abra los ojos, porque al final esperas que por lo menos uno de ellos aprenda y tenga poquita vergüenza. Korridori Merino.