Y la discusión está en todos lados, redes sociales, blogs, diarios en línea, noticiarios por radio y televisión, en los cafés, restaurantes y hasta en la casa de la abuela el tema está presente ¿se debe legalizar la producción y consumo de la marihuana?
Rafael Camacho Solis, Director del Instituto de Atención y prevención de Adicciones, señaló, en el Primer Foro Universitario de Conductas de Riesgo en Adolescentes, realizado en la rectoría de la Universidad Autónoma Metropolitana, que la edad promedio para iniciar con el consumo del alcohol es de 12.6 años, en el consumo de la marihuana inician a los 14.3, el tabaco a los 13.1, cocaína 14.2 y metanfetaminas 14.5 años de edad.
Nuestros niños están consumiendo sustancias, legales e ilegales, que afectan la capacidad cognitiva del cerebro, estudios realizados por el National Institute on Drug Abuse (NIDA) han demostrado que el consumo de la marihuana en una edad temprana perjudica la memoria a corto plazo, el juicio, distorsiona las percepciones, perjudica el rendimiento académico y laboral e incrementa el riesgo de sufrir accidentes al conducir bajo sus efectos, consumir marihuana antes de los 25 años puede afectar en el estado de salud de los individuos.
El consumo durante la adolescencia puede aumentar el riesgo de usar otras drogas. Entre las causas que influyen en el consumo de las drogas se encuentran: satisfacer la curiosidad sobre los efectos que producen estas sustancias, presión de los pares, tener experiencias nuevas, emocionantes y placenteras, expresar independencia ya veces hostilidad, personalidad mal integrada, descontento de su calidad de vida, carencia de un proyecto de vida, falta de autoestima, escapar del dolor.
¿Se terminaría la violencia que nos rodea si se legalizan las drogas?, ¿estamos preparados para una regulación de sustancias ilegales?, ¿es la marihuana una sustancia “recreativa”?
Las sustancias que generan estados alterados de conciencia han sido utilizadas desde la antigüedad, en ritos sagrados y hasta curativos, el consumo de drogas ha acompañado al hombre en su desarrollo, pero siempre con los efectos secundarios, el consumo constante afecta la salud.
Líderes de opinión, políticos, legisladores, investigadores, catedráticos y consumidores y no consumidores, están a favor de la legalización de la marihuana, el argumento que dan es que se dejaría de lado la violencia, pero en realidad tendrían que legalizar y regular todas las sustancias para apostar por ello, ¿uso recreativo?, ¿no sería mejor fomentar el consumo de cultura que también es recreativo y no tiene efectos secundarios?
La sociedad debe tener libertad, es cierto, pero una práctica recreativa no debería conllevar tantos riesgos para los jóvenes, como lo son accidentes, actividades sexuales riesgosas y la vulnerabilidad a la que se exponen los chicos, además de la aparición de padecimientos crónicos a edades más tempranas.
Las autoridades deben analizar muy bien los cambios que harán en la legislación, la única lucha con la que se ganaría la batalla contra la violencia generada por el tráfico de sustancias ilegales que se me ocurre es fomentar un estilo de vida saludable, procurar los medios para que los jóvenes tengan opciones para entretenerse, crear personas plenas y el consumo de drogas deje de ser necesario, si no hay consumo, no hay negocio.
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