Uno de los temas más complicados de tratar en la vida es justo cuando llega el momento en que ésta termina, para vivir una vida plena, debemos estar conscientes de que la muerte es parte de la vida misma, tener la certeza de que nuestro paso por este mundo es efímero y muy vulnerable nos obliga a aprovechar todo lo que tenemos y luchar día a día, la vida el don supremo que tenemos también nos obliga a apropiarnos de nuestra muerte, desde qué queremos que se haga en nuestro funeral, si hay una enfermedad terminal qué queremos que hagan nuestras personas cercanas y una vez llegado el momento a dónde irán nuestros restos, en este acto también deberíamos considerar si deseamos compartir el don de la vida a partir de nuestra muerte.
En México, el Centro Nacional de Trasplantes (CENATRA) reporta que hay un aproximado de 20 mil personas enfermas en espera de algún tipo de órgano para salvar sus vidas, en nuestro país mueren alrededor de 400 000 personas al año, las principales causas de muerte de la población entre 5 y 30 años, según datos del INEGI, son causas externas de traumatismos accidentales, accidentes de transporte, agresiones, tumores malignos y complicaciones de enfermedades infecciosas, muchos posibles donantes si hubiera una cultura de la donación en nuestro país.
El primer trasplante exitoso se realizó en 1954, Ronald Herrick hermano gemelo de Richard no dudó en donarle un riñón para salvarle la vida, ya que su hermano era víctima de una nefritis crónica, el doctor Joseph Murray enfrentó el reto y logró la hazaña, en México, el primer trasplante renal se realizó con éxito por los doctores Federico Ortiz Quezada, Manuel Quijano Narezo y Manuel Flores Izquierdo, en 1963, en el Centro Médico Nacional (hoy Siglo XXI), desde entonces se han realizado 40 000 trasplantes exitosos en nuestra nación.
Actualmente en México se realizan trasplantes de córnea, médula ósea, hueso, válvulas cardiacas, riñón, hígado, corazón y pulmón, en más de 400 hospitales del sector salud (públicos y privados), la mayoría de los hospitales donde se realizan estos procedimientos están en las capitales de las entidades federativas.
El Cenatra reconoce dos tipos de donaciones, cuando un individuo muere por paro cardio-respiratorio o por muerte encefálica, en los casos de la muerte por paro cardio-respiratorio solo pueden donar córneas, de las personas que fallecen por muerte encefálica se pueden donar los órganos y tejidos, no todas las personas que fallecen pueden ser donantes, es necesaria una evaluación profunda de los órganos para considerarlos aptos para el procedimiento médico.
La ley General de Salud tiene establecidos protocolos para hacer posible la donación de órganos, un individuo puede convertirse en donante con la Tarjeta de Donador Voluntario (http://www.cenatra.salud.gob.mx/interior/donacion_tarjeta.html) o con el “Documento oficial de donación”, para lo cual el voluntario debe asistir al Cenatra personalmente y con identificación oficial, ahí se registrará el documento, ambas herramientas son irrevocables por terceros, la ley contempla la opción de no querer ser donante, en otros países todas las personas que fallecen son candidatos a donar por ley y más bien deben hacer manifiesto de manera formal que no desean donar para que la decisiòn sea respetada.
Las autoridades deben fomentar la extensión de los programas para incentivar la donación y también tienen la responsabilidad de tener la infraestructura adecuada para que el número de donadores aumente.
En esta época del año en la que es frecuente hacer una balanza sobre lo que ha ocurrido en el año, deberíamos también incluir este tema en nuestras reflexiones, no hay mejor regalo en cualquier época del año que la vida misma.
