Luis Miguel Barbosa Huerta mejor conocido como el gober rencoroso, día con día va dejando una estela de división, enfrentamientos y sobre todo un listado enorme de enemigos con los que en algún momento se sirvió para llegar al poder.
Y es que fiel a su estilo, el ex priista y perredista ha marcado una de las últimas etapas de su vida política – porque no creo que crezca más – a base de traiciones a sus más incondicionales, a quienes apostaron todo por la persona y al que creyeron sería un proyecto que abriría nuevos perfiles con miras a fortalecer a la cuarta transformación en Puebla.
Vea usted amable lector, para no ir al fondo del oscuro pasado “neoliberal” y “conservador” de nuestro personaje cuando militó en el Partido Revolucionario Institucional para luego traicionarlos y brincar al Partido de la Revolución Democrática donde forjó una fortuna y riqueza inmobiliaria (como se ha documentado en diversos medios de comunicación) bajo la bandera de la “lucha de izquierda”, iniciaremos en la última trayectoria de Barbosa Huerta, es decir, desde su traición al PRD para brincar a Morena.
Como contexto repasamos su cacicazgo en el PRD para después en 2010 volcar toda la fuerza de su partido (en eso entonces) y lograr la alianza con Rafael Moreno Valle a la gubernatura de Puebla.
Tras hacerse de negocios con el ex mandatario poblano, Luis Miguel Barbosa llega al senado por la vía plurinominal del PRD donde ocupó espacios privilegiados – de los que antes no se quejaba – para continuar con los negocios junto con su amigo Moreno Valle Rosas. Alcanzó los círculos más altos de la política nacional con el Presidente Enrique Peña Nieto para aprobar las reformas que el mexiquense necesitó, cabildeó a favor de los neoliberales que tanto critica López Obrador al grado de acusar al tabasqueño de tener “una soberbia infinita”:
“La soberbia… la soberbia de Andrés Manuel López Obrador parece infinita”, decía el oriundo de Zinacatepec, Puebla en conferencia de prensa en junio del 2015, traicionando así la supuesta lucha de izquierda a la que pertenecía, aunque la historia ya nos demostró que tampoco Andrés Manuel López Obrador representa a la izquierda.
Tras forjar las alianzas que hoy critica la cuarta transformación, se da la traición al PRD de Miguel Barbosa para comenzar el éxodo de senadores al naciente grupo parlamentario de del Movimiento de Regeneración Nacional.
El primer traicionado ya en estas épocas contemporáneas fue el propio Gobernador de Puebla Rafael Moreno Valle, pues la negociación que Barbosa Huerta logró con López Obrador a cambio de debilitar al PRD por negarse a seguir acrecentando el ego del tabasqueño, es la de la candidatura en 2018 al gobierno de Puebla.
La historia ya la conocemos, Barbosa acusó a Moreno Valle de corrupción y enriquecimiento, Moreno Valle reviró recordándole los moches que recibía y retando a probar dicha corrupción, fiel al estilo, Barbosa Huerta terminó por sepultar la alianza con el ex mandatario poblano y atizó la guerra contra el Partido Acción Nacional y contra Martha Erika Alonso Hidalgo por las elecciones al gobierno de Puebla en 2018, Barbosa no dudó en subirse al tren de Andrés Manuel, pues la popularidad de AMLO era lo único que podía ofrecer a los poblanos Luis Miguel Barbosa, ya que su nulo interés por el estado no lo ubicaban en las encuestas de popularidad. El que figuraba era Alejandro Armenta Mier, un priista que brincó a Morena, sin embargo, la amistad con Citlalli Ibáñez o Yeidckol Polevnsky se impuso para colocar a la Barbosa en la candidatura.
Se alió con Alejandro Armenta (PRI), José Juan Espinosa “JJ” (MC), Fernando Manzanilla (cuñado de Moreno Valle), con José Luis Márquez (PRI), Jorge Estefan Chidiac (PRI), Claudia Rivera (morena), panistas del yunque y ultra derecha como Ana Teresa Aranda y demás enemigos públicos de Moreno Valle a quienes traicionaría más adelante.
Tras perder la elección con Martha Erika Alonso, Barbosa Huerta despotricó contra todo y todos, envío a la mayor parte de personajes anteriormente citados a incendiar el estado políticamente, los utilizó como peones para saciar su rabia e impotencia, pero nada le salió bien pues muchos de los medios locales se burlaron de él y exhibieron el burdo montaje que operó Barbosa. Días después de la elección y la impugnación que perdió en el Tribunal Electoral, llegó a decir que acudiría a la ONU por el presunto fraude del que fue víctima.
La calma llegó al estado pero duraría pocos días pues el accidente de los Moreno Valle y quienes acompañaban el helicóptero estremeció al país entero, vinieron los resbalones a las declaraciones del mandatario como el de “magnicidio”, luego reculó. Vio nuevamente una oportunidad de ser gobernador de Puebla y así traicionó a Alejandro Armenta, uno de los principales personajes que apoyaron el desmán en el hotel MM de la colonia las ánimas en la capital poblana, se enfrascaron en una guerra interna al grado de tener que intervenir el senador Ricardo Monreal, Barbosa se ayudó de su amistad nuevamente con Yeidkcol para imponerse como candidato a la elección extraordinaria de Puebla contra Enrique Cárdenas.
Sumó a Estefan Chidiac, Fernando Manzanilla, José Luis Márquez, personajes a fin al gober precioso, hubo acercamientos con el también ex gobernador Tony Gali, a regañadientes a Alejandro Armenta, la alcaldesa Claudia Rivera y el alcalde Felipe Patjane lo ayudaron y posteriormente ganó, la elección aunque fue el gobernador que menos votos ha obtenido en la historia (682 mil votos).
Una vez en el poder, traicionó a todos.
Uno a uno fue cayendo, se dedicó a utilizar a periodistas que tanto criticó para pagar columnas contra Alejandro Armenta, Fernando Manzanilla, José Juan Espinosa, Claudia Rivera, Tony Gali, Claudia Rivera, etc.
Ha utilizado las instituciones del estado para perseguir a los que fueron sus aliados, uno de ellos ya está hasta en la cárcel como lo es el alcalde de Tehuacán Felipe Patjane.
A Fernando Manzanilla se ha dedicado a perseguirlo, hostigarlo, amedrentarlo desde el poder de su conferencia y gatilleros que aunque no tienen influencia en redes sociales sus editoriales cuando no manchan… tiznan como suele citar López Obrador.
A Tony Gali lo ha amenazado, a Alejandro Armenta lo ha perseguido y al igual que a los anteriores, le ha disparado con las plumas afines ($), vaya, hasta al gobernador interino Guillermo Pacheco Pulido le han tocado los coscorrones pese a que utilizó descaradamente el poder del gobierno para juntarle votos a Barbosa Huerta.
La historia de traiciones de Barbosa Huerta no sólo se aplica a sus aliados externos sino a los de casa, por ejemplo, el secretario de gobernación David Méndez a quien pese a salir de la forma más decente a presentar su renuncia, el ex perredista no dudó en echarle a andar a él y a su esposa la sub secretaria de educación Alejandra Domínguez Narváez, sus plumas venenosas con el único objetivo de recordarle quien manda. A Estefan Chidiac de igual forma pese a ser su aliado lo pateo. También ha arremetido contra Hugo López-Gatell sub secretario de promoción a la salud y contra el titular de Profeco Ricardo Sheffield a quienes les ha declarado la guerra, contra Marcelo Ebrard ha enviado mensajes hostiles.
A medios de comunicación, periodistas, empresarios, organizaciones civiles que lo apoyaron también lo traicionaron, el voto joven de los estudiantes de la BUAP también fue traicionado. Todo lo que no se adecúa a la línea del gober rencoroso le ha tocado la embestida, pero de estos casos les hablaré en otra historia.
Pobre gober rencoroso, tiene empleados pero amigos no, Moreno Valle pagaba bien las lealtades pero Barbosa las castiga…