¿Tiene ganas de crear una empresa y no sabe en qué ramo le puede ir bien con la situación económica actual? No derroche mucho ingenio ni dinero,  anímese a crear su propio partido político (la otra idea genial sería fundar una religión) y goce del presupuesto al menos tres años, pues dicen que vivir fuera de él es vivir en el error, ya que no requiere un solo peso y sí genera resultados inmediatamente.

En las elecciones de este año tendremos tres nuevos institutos que se suman a los siete que han logrado permanecer: Morena, Partido Humanista y el Partido Encuentro Social, recibirán parte de los 5 mil 356 millones de pesos a costa de todos los que pagamos impuestos que servirán para su derroche en la basura electoral que adornará las calles e inundará los medios de difusión con más fuerza en los próximos meses. Usted diga si no es muy buen dinero, en la parte que le toque a cada uno.

En las democracias modernas, estilo europeo o estadunidense, los ciudadanos no mantienen a los partidos y aunque estamos aún muy lejos de esos ejemplos, en nuestro país también se debe buscar financiamiento propio mediante donantes y otras formas transparentes, que quizás harían el proceso inequitativo por el poderío de unos, pero sería  funcional para invertir ese dinero en otros rubros prioritarios como la salud o la alicaída educación.

En los años setenta del siglo pasado el PAN rechazaba la partida presupuestal que por derecho se establece, por lo que organizaba rifas de automóviles cada semana para hacerse de recursos; en la actualidad a ese partido se le olvidó el orgullo y como los demás, la hacen de oposición según les vaya en la feria. No sería mala idea que todos dejaran de sujetarse a la ubre gubernamental, pues más que un beneficio buscan una forma de vida sustentable.

En las últimas décadas hemos visto  cómo los González  (en el caso del PVEM) , unas tribus (PRD), el gerente en campaña desde el milenio pasado (Morena) y la maestra favorita de Carlos Salinas y su familia (Nueva Alianza) gozan de privilegios sólo por tener un membrete que los autoriza a gastar el dinero público, sin que pasen propuestas decentes o funcionen como una verdadera oposición.

Si la crisis está dura los primeros en amarrarse el pantalón tienen ser los políticos con un puesto en el gobierno, quienes no lo tienen deberían estar fuera del presupuesto, con lo cual aliviaríamos esa pesada carga que desprotege otras áreas estratégicas.

Quizás le agrade esta propuesta, de lo contrario busque hacer su instituto político o de plano elija la segunda opción de moda: hágase candidato independiente.

Imagen de: @vikusan
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