Hace un par de días el encabezado de un diario de circulación nacional me dejó estupefacto, y es que el INE a través de su comisión de quejas determinó que a pesar de que el Partido Verde violo la ley electoral de forma reiterada, la mencionada Comisión considera que no es motivo para que le sea retirado el registro como Partido Político, en razón de que la magnitud de sus acciones no son extremas, lo anterior fue determinado para dar respuesta a la petición planteada por más de 160 mil ciudadanos mediante la plataforma electrónica Change.org en la que exigían que se le retirara el registro como partido político al Verde en virtud de haber violado sistemáticamente la ley electoral. Este dictamen fue emitido por la Unidad Técnica de lo Contencioso Electoral de la secretaría ejecutiva del INE y presentado ante la comisión de quejas de ese órgano electoral, este documento fue avalado por dos de los tres integrantes de dicha comisión.
Habrá que recordar al INE que el fin de las sanciones establecidas en cualquier norma es la de evitar que se repita de forma reiterada esa acción, es decir es desalentar la violación de la norma tal como el verde lo hizo. Para el INE la violación del estado de derecho, de la legalidad, no es causal de sancionar contundentemente, al contrario, es solo imponer pequeñas medidas de apremio a los infractores.
Con esta determinación de la Comisión de Quejas del INE, al parecer pretende crear una contracultura del respeto a la legalidad, el mensaje emitido es erróneo, si bien es cierto como quedo asentado en el análisis elaborado por la Unidad Técnica mencionada, “que el retirar un registro a un partido político es cancelar un cauce de participación política a través del cual cierto sector de la ciudadanía ejerce sus derechos de asociación, expresión, votar y ser votado”, lo que también es cierto es que con este tipo de resoluciones se está fomentando la impunidad, a su vez también se fomenta la participación tramposa de parte de los verdes y de quienes en un futuro quieran actuar de la misma forma.
Estamos en un país en el que la cultura de la ilegalidad está avanzando con mayor fuerza que el de la legalidad, lo único que tenemos los ciudadanos son las instituciones como órganos garantes de la legalidad, además el ciudadano espera que estas ayuden a fomentar el estado de derecho, con esta determinación del órgano electoral parece que las instituciones se están contagiando del mal de la impunidad y la corrupción.
Preocupante es entonces la iniquidad política sobre la cual versa en este momento nuestro sistema político, también es preocupante, que a pesar de ser reconocida la ventaja que sacó el verde al violar la ley se solape dicha conducta, lo que deja un precedente para que esa inmoralidad pase a ser un actuar cotidiano entre las instituciones políticas donde se vislumbra que en un futuro el terreno del juego no será parejo, donde todos los actores abonen a ensuciar más la ya desacreditada acción política.
Por lo pronto el Consejo General del INE sesionará en estos días para someter a consideración del pleno si aprueba el dictamen en cuestión o si concede la cancelación del registro del Partido Verde. Si el INE avala ese dictamen deja ir su oportunidad de pasar a la historia como un órgano electoral imparcial, a la vez coactivo ante las arbitrariedades cometidas por los partidos políticos y ante la iniquidad, lo que en lugar de fortalecer el sistema de partidos políticos mexicano lo debilitaría, ahora todo queda en manos de los argumentos que se esgriman en el debate y a su vez de los consejeros que decidan apoyar la cancelación del Partido Verde, esperemos sea la mayoría.
