En esta semana he analizado un aspecto que al parecer es simple, pero en realidad es la misión de todo ser humano: “Llegar al punto más alto de la felicidad.”
Cuando leemos esta frase, algunas personas pueden imaginarse en un automóvil, ostentoso, otras, para el sector femenino, algunas mujeres se ven al lado de un príncipe azul relativamente, o tal vez, teniendo la vida que tanto han soñado.
Estoy a favor de la frase de las películas clásicas infantiles, "Los sueños se hacen realidad". En efecto, un sueño es la búsqueda de la felicidad... Pero, en muchas ocasiones nos abstenemos de vivir plenamente de la felicidad solo porque no tenemos algo material o un objetivo logrado.
Tengamos en cuenta, que nunca vamos al vivir ni el futuro ni el pasado, solo podemos disfrutar plenamente del presente y cada segundo que transcurra día con día.
Recordemos que todas las etapas de nuestra vida son importantes, experimentamos momentos únicos acordes a nuestro contexto y edad. Simplemente debemos de estar satisfechos con nuestros esfuerzos y seguir luchando arduamente para lograr a nuestras metas. Pero nunca pensar que solo ese día obtendremos la felicidad.
Te invito a disfrutar, conocer qué te hace ser feliz, tu felicidad no depende de cuanto consumes, compres o tienes. La felicidad se vive dentro de ti. De igual forma es conveniente analizar quienes están contigo en este momento. La vida tiene diferentes caminos, y debemos de valorar a las personas que están en estos momentos en tus proyectos, o alguna relación amistosa que se fortalece cada vez mas.
Esfuérzate todos los días para hacer felices a otras personas; el amor y la felicidad se debe de reproducirse en todas las personas que te rodean.
Ahora bien, nunca esperes que alguien en especial te haga feliz. Observa cuantas personas se encuentran a tu al rededor: Tu familia, amigos, compañeros de trabajo que conviven contigo en pequeños momentos del día te brindan energía, paz y entusiasmo para emprender nuevos proyectos.
Haz cada una de tus actividades desde las más fáciles hasta las imposibles con actitudes positivas. Deja la carga, el estrés y los momentos de tensión en segundo término. Piensa que lo que estás realizando es en beneficio de la sociedad y para ti mismo.
En conclusión, la idea de escribir en esta semana sobre la felicidad, surgió porque varias personas me comentan que cuándo voy a disfrutar la vida, con tantas actividades y compromisos a mi corta edad.,
La verdad, disfruto y doy gracias a Dios por cada momento que vivo, porque soy una persona que no espera el futuro para ser feliz, ni para llegar a cumplir mis sueños. Trabajo por ellos cada segundo, con plena alegría y amor para con todos los que se encuentran a mi lado.
Y tu... ¿Qué esperas para ser feliz?
Saludos con cariño.
Mariell Díaz Zúñiga