La congruencia y la responsabilidad política son dos valores que he procurado ponderar durante los 25 años que he servido a mi partido y que me han permitido crear lazos de amistad en todo el estado.
Durante cada proceso que he vivido como militante del Partido Revolucionario Institucional me he mostrado respetuoso a las decisiones dentro y fuera del mismo; 2016 no es la excepción y por eso he decidido pronunciarme a favor de la unidad y en ese sentido habré de respaldar, una vez más la decisión de mi partido.
En días pasados la dirigencia nacional nos convocó, a quienes manifestamos nuestro interés por participar en el próximo proceso electoral en el que los poblanos habremos de elegir un nuevo gobernador o gobernadora, para que signáramos un acuerdo que favoreciera la unidad y diera estabilidad al interior de todos los grupos e intereses para consolidar un sólo frente que nos habrá de llevar a la victoria.
En ese sentido he manifestado que me sumo a la decisión de mi partido para elegir al candidato o candidata a la gubernatura de Puebla, sin pretensiones mezquinas, sin un afán de agandalle y sin erigirme como el gran elector, únicamente con la intención de abonar a la unidad.
Declinar a favor de la unidad representa un compromiso con la encomienda que como diputado federal tengo, por eso me he dedicado en más de 142 días en recorrer mi distrito, en trabajar a favor de las personas que depositaron su confianza.
Reafirmo que es una decisión personal, que involucra y compromete al equipo que me acompaña en la diputación quienes en su momento habrán de sumarse de manera activa al proyecto 2016 sin descuidar la tarea que realizamos dentro del distrito de Tepeaca a través de las casas de gestión y que son la prueba de que me he limitado a realizar la tarea para la que fui electo en junio de 2015, sin salir en ningún momento y bajo ninguna circunstancia a otros municipios del estado, por respeto y cuidado a la militancia priísta y a la sociedad en general.
Durante mi carrera política he participado de manera directa en muchos procesos electorales, lo que me ha permitido vivir de cerca las victorias y padecer los resultados adversos y constatar que los triunfos tienen muchos padres y madres y que la derrota es huérfana. Por eso he procurado desde las diversas responsabilidades que he tenido dentro y fuera de mi partido actuar de manera responsable, con calidad moral.
¡O todos ganamos o nadie gana! Primero es el partido, después el proyecto y al final la persona, teniendo clara esta priorización y luchando en equipo con estrategia, pero sobre todo evitando errores, seguro estoy de que habremos de recuperar la gubernatura de Puebla.
Desde cualquier trinchera pondré a la disposición de mi partido y de nuestra candidata o candidato, todo mi capital político y lucharé con determinación para lograr la victoria.
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