Tras la lucha encarnizada que vivieron los panistas el pasado domingo 14 de noviembre en donde la planilla de Augusta Díaz de Rivera y Marcos Castro se enfrentaron a la planilla de Genoveva Huerta Villegas y Clemente Gómez, la operación política del virtual bando ganador tiene la tarea de construir con miras a la elección del 2024.
Y es que si los panistas creen que será un paseo en lancha la recuperación del estado para el partido blanquiazul en 2024, primero tienen que pasar por la aduana de la re-construcción del partido y de la suma de todos los capitales políticos en primera instancia de los propios grupos panistas y en segunda instancia de los perfiles de oposición si quieren derrotar al candidato/a de Morena y la cuatro T en la entidad.
Derrotar a Morena no será fácil pues cuentan con presupuesto del estado, del congreso local y de la federación, por lo que no se puede menospreciar la figura del Presidente López Obrador quien incluso puede darse el lujo de cobijar con su movimiento a impresentables como Manuel Bartlett y convertirlos en ejemplo de pulcritud política.
Ahí el reto que tienen los panistas de construir con todos los cuadros con los que cuentan para poder hacer frente a la ola morenista que hasta el momento ha sido más texto que acciones y más palabras que hechos.
En política no hay cuadro pequeño y aunque el panismo poblano sabe que contará con el respaldo de la clase media que tanto ha atacado el tabasqueño, el no sumar a los cuadros por menores que sean, podrían derivar en una derrota electoral pese a que se cuenten con perfiles con alta aprobación ciudadana.
Tras ese paso, deberán construir con otros partidos opositores si se quiere repetir la receta aplicada a la 4T en la zona metropolitana de Puebla donde la alianza Va por Puebla se impuso por los perfiles que compitieron y por el hartazgo de los malos gobiernos morenistas, sin embargo insisto, deberán pasar primero la aduana de la reconciliación con los cuadros que quieran construir con miras al 2024.
El pastel es muy grande y hay suficientes posiciones para que todos sumen si no quieren quedar afuera. O ganan juntos o pierden todos y si no lo quieren entender, la historia ya nos mostró que desunidos sólo consolidan al Morenismo en momentos donde la alternancia abonará más a la democracia que la propia extensión de la 4T.