Era 1999 cuando el PRI estaba al mando de Ejecutivo Federal y que por primera vez, luego de 70 años en el poder se perdió la Presidencia de la República. Recuerdo que también mi partido presentaba como pre candidatos a cuatro perfiles llamados ante los medios como “Los 4 fantásticos”.

Aquella época fue cuando nació en mi persona la inquietud de afiliarme a un partido político, soy orgullosamente priista y provengo de la cultura del esfuerzo. Mi decisión para afiliarme a este partido se dio cuando leí por primera vez sus estatutos y al encontrar la palabra “justicia social” entendí que mi vocación y misión de vida era trabajar para atender las necesidades de la sociedad y cumplirles.

Han pasado 15 años, actualmente tengo la fortuna y la bendición de colaborar y de aprender de 2 grandes políticos mexicanos que destacan por su profundo amor al PRI y a México. De Humberto Roque Villanueva y Gustavo Carvajal Moreno aprendo día a día como ser un político de resultados y un ser humano con valores.

Estamos en un proceso electoral del que me encuentro escéptico, ¿y porque? Por la simple y sencilla razón de que hoy en día vale más “el poder, por el poder” que creer en un proyecto político careciendo de valores e ideología.

En mi humilde opinión considero que para ser un buen candidato debes de tener conocimiento de tu distrito, saber quiénes son los líderes en las colonias, barrios, manzanas, se debe tener buen oído para escuchar las demandas de la gente y la boca muy pequeña para no prometer lo que no podemos cumplir.

Hoy en día, veo con tristeza como jóvenes ingresan a la política para hacer de ella su “modus vivendi” pensando que un partido político es una agencia de colocación. Y déjenme decirles que es lamentable ingresar a un partido, buscar cargo, no trabajarlo y por no ser premiado con una candidatura buscar como medida desesperada otra fuerza política, olvidando por qué decidiste ser militante de un partido y su ideología.

Veremos en las listas de candidatos muchos jóvenes, lo cual es algo que celebro, pero veremos personajes que siguen ensuciando la política desprestigiando al partido que les dio la oportunidad de desarrollarse desde otra trinchera y eso, es lamentable.

Desde mi cargo como Dirigente Nacional de la Expresión Juvenil Revolucionaria apuesto a que los jóvenes recuperen valores, que aprendan a competir sanamente, a que se conduzcan con lealtad y que se casen con el partido y la organización.

México y los partidos políticos requieren de personajes con ideología e identidad partidista, no de chapulines que salten por todos los partidos sin rumbo, sin convicción y sin vocación, decía Lázaro Cárdenas que “en la vida y en la política, sólo se comete un error… y lo demás son consecuencias” y hoy los jóvenes tenemos la oportunidad de hacer que el político mejore su reputación si aprendemos a conducirnos con valores e identidad.

Ricardo Chew López

Dirigente Nacional De Expresión Juvenil Revolucionaria

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