El área tegmental ventral (VTA) es el principal eslabón del denominado “circuito de recompensa cerebral”. Esta área contiene neuronas que se proyectan hacia numerosas regiones del cerebro, desempeñando un papel fundamental en la motivación, el deseo, el placer y la valoración afectiva.
Las neuronas de la VTA también son la diana de acción de los fármacos antipsicóticos y antiparkinsonianos, al igual que de drogas psicoactivas como la cocaína, el éxtasis y el LSD.
En un trabajo reciente, un equipo de investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) presentó por primera vez una descripción de la anatomía celular de estas neuronas.
Contrariamente a lo que esperábamos, encontramos varios tipos de neuronas dopaminérgicas en la VTA, cada uno formando circuitos con distintas regiones cerebrales”, señala Lucía Prensa, del departamento de Anatomía, Histología y Neurociencia de la Facultad de Medicina de la UAM.
Nuestro hallazgo sugiere que los efectos de los distintos fármacos y drogas podría afectar a cada tipo neuronal de modo diferente”, agrega la investigadora.
Los cuerpos de las neuronas de la VTA se sitúan en el tronco encefálico. Los axones de estas neuronas –prolongaciones especializadas en conducir el impulso nervioso desde el cuerpo celular (soma) hacia otra célula– liberan dopamina, inervando con este neurotransmisor la corteza cerebral y otras regiones cerebrales.
En el trabajo, los investigadores emplearon una técnica novedosa de transfección in vivo de neuronas individuales que les permitió visualizar y cuantificar el axón completo de una sola célula, sin importar la extensión y complejidad del axón.
Los circuitos del cerebro están formados en gran parte por neuronas cuyo axón se extiende y ramifica sobre distancias enormes, de decenas de centímetros en el caso del cerebro humano. Hasta ahora había sido imposible analizar esos circuitos con resolución celular
El trabajo, publicado en la revista Frontiers in Neuroanatomy, fue liderado por el laboratorio de los profesores Prensa y Clascá. Este laboratorio está aplicando dicha técnica al estudio de varios sistemas clave del cerebro como parte del proyecto multinacional Human Brain Project-EU Flagship, financiado por la Unión Europea a través del programa ‘Horizonte 2020’.
En el trabajo también participaron Ana Aransay y María García-Amado, doctorandas del programa de Neurociencia de la UAM, y Claudia Rodríguez-López, estudiante de Medicina de la misma universidad.
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