A menos de quince meses de que se lleven a cabo las elecciones federales y locales de 2018, hay ansiedad en los actores políticos y los analistas por conocer quiénes serán los candidatos, en Puebla a gobernador y presidente municipal de la capital.
En política se pueden adelantar los tiempos pero quienes deciden manejan los suyos y no tienen esas prisas que provocan angustia.
Para empezar, primero tendremos que conocer los resultados de 2017.
Este año se resolverán las elecciones de gobernadores en los estados de México, Coahuila y Nayarit y la de presidentes municipales en Veracruz.
Sólo entonces perfilarán a quienes serán los candidatos presidenciales del PRI, PAN y PRD, los que tendrán que estar listos a más tardar en el último trimestre de este año.
El Movimiento de Regeneración Nacional postulará a su presidente Andrés Manuel López Obrador, quien por tercera ocasión buscará llegar a despachar a Palacio Nacional.
En Morena de él depende quienes serán los candidatos a gobernadores, a presidentes municipales de las capitales y senadores, que jugarán en 2018.
En este momento por Puebla está perfilado como su candidato a gobernador el diputado federal Rodrigo Abdala, responsable de la estructura territorial en la entidad de ese partido. A últimas fechas levantaron la mano José Juan Espinoza, Javier López Zavala y Luis Miguel Barbosa Huerta.
En Morena todo depende de la voluntad de uno, López Obrador, y sólo él dirá quién o quiénes se suman a la lista de candidatos por así convenir a sus intereses.
El tabasqueño tomará sus decisiones con base en si gana o con qué porcentaje pierde la elección a gobernador del Estado de México, donde postuló a una candidata que sube gradualmente en las encuestas y es viable su triunfo, a pesar de los fuertes aspirantes del PRI y el PAN.
Para los panistas la elección del Estado de México, el cual tiene el mayor padrón del país, será definitiva.
Con el triunfo de Josefina Vázquez Mota las posibilidades serán mayores para Ricardo Anaya y Margarita Zavala de Calderón.
El primero porque confirmará ante los panistas que para evitar divisiones es mejor una decisión cupular del Consejo Político Nacional, en el que tiene mayoría, y Margarita porque al ser mujer la próxima gobernadora del Edomex, ella aumentará su popularidad.
Ni siquiera en ese escenario el poblano Rafael Moreno Valle dejará de jugar para ser nominado y para ello insistirá en un proceso de selección con consulta a las bases. Esa es la razón de sus intensas giras por el interior del país y en la capital de la República. Construye base social, simpatías y estructura al interior del panismo.
Para el poblano lo mejor es que pierda Vázquez Mota y esa derrota deje fuera de toda posibilidad a su candidato al gobierno de Puebla, Eduardo Rivera.
Mantendrán hasta el final sus posibilidades Martha Erika Alonso, que depende de la suerte de su esposo, y Luis Banck y quien pueda crecer políticamente en los próximos meses, porque personajes como Javier Lozano y Jorge Aguilar perdieron la posibilidad de competir por esa posición y ganar.
Para los priistas, los resultados de las elecciones locales de este año son de vida o muerte.
En las encuestas más recientes por la Presidencia de la República ocupa el tercer lugar y cada día se separa más del primero, tanto que ni la suma de sus aliados –Verde y Panal- lo mantiene con posibilidades de triunfo.
El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong va en primer lugar de las preferencias y empieza a apretar y crecer el titular de Salud, José Narro Robles.
Los priistas tendrán, en los 12 estados con elecciones a gobernador en 2018, que manejar los resultados de las encuestas más que la empatía que tenga su candidato a Presidente con los políticos locales.
Las campañas adelantadas de Juan Carlos Lastiri y Alejandro Armenta no serán suficientes para ganar la postulación. En un mediano plazo se sumarán a buscar la nominación las senadoras Blanca Alcalá y Lucero Saldaña y los delegados del Seguro Social, Enrique Doger Guerrero, y de Desarrollo Social, Juan Manuel Vega Rayet.
Todos han anunciado que aspiran pero su trabajo es subterráneo.
Los mismos priistas son los que en privado aceptan que están perdidos y dependen de factores externos para que puedan recuperar la gubernatura poblana.
Los perredistas poblanos, si existen para entonces, correrán la suerte de ir con quien los llame, pero dependerán de las alianzas que forjen para la Presidencia de la República.
Por su naturaleza e ideología sus bases votarán por López Obrador y su cúpula puede ir con los panistas, dependerá de quien postulen y lo que les ofrezcan, no tienen más que escoger.
Los pronósticos y las quinielas son verdaderas apuestas que dependen de diversos factores y no de la voluntad de quienes juegan a acertar los nombres de los candidatos.
En política nada antes ni después, hay que esperar los resultados de junio próximo y la designación de candidatos presidenciales.
Todo lo que se diga antes será especulación.
De las anécdotas que se cuentan
Aquella noche de 1986 en su residencia de Las Lomas de Chapultepec, el matrimonio Piña Kurczyn recibió al senador Ángel Aceves Saucedo y su esposa.
En la mesa y después de una plática llena de anécdotas, el economista anunció que él sería el próximo candidato a la gubernatura de Puebla.
Todo estaba decidido y el Presidente Miguel de la Madrid lo había escogido a él, comentó con la seguridad que siempre derrochaba.
La señora de casa no dejó de mostrar su sorpresa y el abogado Piña Olaya mantuvo su ecuanimidad.
Cuando se retiraron los invitados, explicó el anfitrión:
-Hay que esperar, Miguel es nuestro amigo-
Semanas después y avisados de la decisión presidencial el secretario de Gobernación, el presidente del PRI y los líderes de los sectores, se procedió a anunciar la nominación a gobernador de Mariano Piña Olaya.
Los tiempos de estudiantes en la facultad de Derecho de la UNAM y ser el presidente de la Comisión Instructora que desaforo al ex director de Petróleos Mexicanos, Jorge Díaz Serrano, le dieron las llaves de Casa Puebla a Piña Olaya.
De la Madrid cumplió con su palabra.
Nada antes ni después.
La política es así y quién decide, manda y eso sucederá en el PRI y Morena este año.
El PAN es otra historia.
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