Sin duda los análisis sobre los resultados de las elecciones del pasado 7 de junio continuarán; y los partidos políticos con registro nacional, habrán iniciado para este momento, sus respectivas evaluaciones que les permitan diseñar las estrategias hacia la ruta a seguir con la que se presentarán en los comicios siguientes.
En el PRI estos ejercicios, fueron presentados por los Delegados/as Generales en los Estados, así como por los Presidentes/as de los Comités Estatales del PRI, en reuniones que por separado fueron convocadas por el Presidente César Camacho; y, el próximo 25 de julio se presentará el balance general de los resultados al Presidente Enrique Peña Nieto en una reunión que se llevará a cabo en el Auditorio Plutarco Elías Calles del CEN del PRI.
Si bien todavía hay muchas aristas que analizar en el mapa de un proceso electoral tan reciente; la revisión de esta elección, obliga analizar los resultados del principio de paridad mandatado en nuestra Constitución (CPEUM), y que por primera vez se atiende en esta elección, de manera que en esta entrega presentaré los correspondientes a diputados/as federales.
La Cámara de Diputados la LXIII Legislatura que se instalará el próximo 1º de septiembre, se conformará por 210 mujeres ( 117 que ganaron su elección por la vía del principio de mayoría relativa y 93 que se incorporan por el principio de representación proporcional) representando un 42%.
Cifra histórica, nunca antes obtenida, aun cuando todavía debemos transitar de la sola postulación en términos de paridad obligada para los partidos políticos, a la integración paritaria de la Cámara de Diputados.
Y ello nos remite a visibilizar la ruta que nos llevó a este momento, ya que la desigualdad representativa precisó de una serie de reformas electorales en 1993, 1996 y 2002 que progresivamente fueron dando paso a una participación mayor de mujeres en cargos de elección popular, primero, mediante el establecimiento de cuotas de género o acciones afirmativas con un piso mínimo de postulaciones de mujeres 70-30% en primera instancia y 60-40% posteriormente convertida en una obligación para los partidos políticos mediante la SentenciaTEPJF-SUP-JDC-12624, que permitió, que en la elección de 2012 se lograra la para entonces, mayor representación parlamentaria de mujeres en la historia del Congreso de la Unión: 37.6% como diputadas que estamos concluyendo esta LXII Legislatura y 33.59 % como senadoras.
En 2014 una nueva reforma político-electoral logra cambios sustantivos y México se suma a los seis países de América Latina que adoptaron el principio de paridad de género en candidaturas federales y locales, resultado, en 2015, 210 mujeres son diputadas federales electas.
Esas demandas históricas por conquistar el voto universal de las mujeres logrado en México en 1953, tuvo que transitar por un reconocimiento “parcial” en la década de los 20, 30 y 40 con el derecho al sufragio municipal y estatal. Esos primeros nombres de mujeres en la representación política con todas las historias que detrás de ellas se entretejen, en 1923 Elvia Carrillo Puerto, primera mexicana electa como diputada local, Rosa Torres primera Presidenta municipal; hasta llegar al año de 1954 en el que por primera vez una mujer, Aurora Jiménez de Palacios, ocupa una diputación federal, y María Lavalle Urbina y Alicia Arellano Tapia las primeras mujeres Senadoras en 1964; dan sentido y valor a la representación actual de mujeres.
El próximo 3 de agosto, culmina el proceso electoral, es la fecha en que deberán concluir los procedimientos jurídicos iniciados en algunos distritos electorales federales del país y lo que sigue…ya empezó.
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