Sara Isabel García Juárez, alumna de la maestría en Estudios Mesoamericanos de la UNAM, obtuvo el Premio INAH 2017 Francisco Javier Clavijero, en el área de Historia y Etnohistoria, por su tesis de licenciatura “La historia de Piedras Negras a través de sus inscripciones jeroglíficas: auge y ocaso del linaje de las Tortugas”.
En su trabajo monumental –en dos tomos y 793 páginas–, la joven abordó la segunda mitad de la historia dinástica de esa antigua ciudad maya guatemalteca, ubicada al otro lado del río Usumacinta, muy cerca de Tabasco, de difícil acceso y hoy poco visitada.
De notable inteligencia, Sara es un caso excepcional porque los estudios epigráficos han estado dominados por varones. Ella, además, ha vencido su debilidad auditiva (en ambos oídos usa aparatos para escuchar).
Como parte de su investigación para obtener el título de licenciada en Historia por la Facultad de Filosofía y Letras, palpó el complejo matiz de la interacción de esa ciudad (tan magnífica como Palenque) con otras localidades, y descubrió la fecha de entierro de un gobernante: K‘inich Yo‘nal Ahk II; además, propuso una manera más didáctica de leer las inscripciones mayas.
Ahora, como estudiante de posgrado, continúa sus investigaciones para reconstruir la primera parte de la historia dinástica de Piedras Negras, llamada Yokib’ (“entrada”) por sus constructores, en el Clásico Temprano. Para ello, la alumna de tercer semestre solicitó una práctica de investigación en el University of Pennsylvania Museum of Archaeology and Anthropology, en la ciudad de Filadelfia, Estados Unidos, en donde consultó los documentos de las excavaciones del sitio que se realizaron de 1931 a 1939.
“Fue muy revelador. Encontré fotos, notas de campo de los arqueólogos, dibujos de las inscripciones, de las estelas in situ, información muy importante”, relató.
Hace unos días, el ensayo “Yokib’ chan ch’e’en, el Cielo y el Pozo de Yokib’: historia sagrada y espacios primordiales de Piedras Negras”, le valió otro reconocimiento: la mención honorífica del Premio Palenque 2017, que otorga el propio INAH.
Sara Isabel, interesada en actualizarse de forma permanente, se define como una epigrafista mexicana cautivada por las fascinantes historias que narran los textos jeroglíficos mayas, en virtud de lo cual se esfuerza y trabaja. Por ello, ya piensa en seguir sus estudios de doctorado, ahora analizando un corpus de inscripciones más amplio y procesos regionales, es decir, cómo se desarrolló la historia dinástica, política y militar en toda la cuenca del Usumacinta.
En la ceremonia de entrega de los Premios INAH 2017, Hernán Salas, del Instituto de Investigaciones Antropológicas, en representación del jurado, dijo que ese acto reafirma la importancia de la libertad de investigación y del ejercicio profesional, es un incentivo para las diversas generaciones, estudiantes, profesionistas y académicos, y un gran acicate para las instituciones que promueven el derecho a la diversidad cultural, que trabajan por el acceso universal a la cultura y la educación, y que benefician a la sociedad con la generación de conocimientos.
En el auditorio Jaime Torres Bodet del Museo Nacional de Antropología, Blas Román Castellón Huerta, en representación de los ganadores, expuso que estos galardones son los más prestigiados en las disciplinas antropológicas, la historia y la conservación, la restauración y museografía: “reconocen año tras año la investigación de alta calidad”.
Con información de: UNAM
Imágen de: UNAM