Columna “El Meollo del Asunto”
Por: Daniel Valles.
Twitter @elmeoyodlasunto
El tema del aborto es un tema recurrente para quien escribe. Creo firmemente en que la vida humana inicia desde el momento de la concepción.
Lo que desde hace cinco lustros está más que comprobado y definido por la ciencia médica, además por la Embriología
¿Qué sucede entonces?
Que los movimientos a favor del aborto hacen campañas más “sonoras”, estruendosas y mejor cubiertas mediáticamente que las que realizan quienes están en contra de una despenalización generalizada del aborto.
Sabemos que en México el aborto es legal y está protegido constitucionalmente cuando se pone en peligro la vida de la madre; cuando el bebé tiene algún problema o síndrome. También para casos de violación. Los que siempre han sido y serán los menos, en comparación a quienes se practican el aborto por diversas causas.
Las que tienen que ver nada con las primeras que menciono.
¿Qué pasa entonces?
Dos cosas. (O más). Hay una gran desinformación en cuanto al feto.
La otra; la gran aceptación de paralogismos en el discurso de quienes están a favor de la despenalización generalizada del aborto.
Y es que mediante el uso agresivo de mensajes en los medios de comunicación, el discurso invectivo y los paralogismos, los movimientos pro aborto han logrado convencer a gran parte de la opinión pública y de la sociedad, que el feto no es humano. Que es un conjunto de tejidos y células. Pero que no tiene vida.
Bueno, ese paralogismo es bellísimo. Porque todos los seres humanos, sin importar la edad, somos un conjuntos de tejidos y células. ¡Ah, pero espéreme un momento!
Para iniciar una buena charla sobre el tema del aborto, antes que cualquier cosa hay que establecer lo principal. ¿De qué estamos hablando? Si nos ponemos de acuerdo sobre esto, podremos avanzar. De otro modo no será posible. ¿Es el feto un ser humano, sí o no?
Tal vez en tiempos de Tomás de Aquino eso de que era un conjunto de tejidos y células se podría haber aceptado sin chistar.
Sin embargo, debido a lo adelantada que está la Ciencia en su especialidad de Embriología, se puede determinar que: sí tiene vida y que ésta es una vida separada de la de la madre.
Lo otro, lo del tejido y las células sin vida, es un paralogismo para tranquilizar conciencias y convencer personas.
“Señalar, como se propende a proclamar, que el aborto es un ejercicio de libertad porque la mujer es dueña de su propio cuerpo, es una falsedad, porque el aborto afecta a una vida distinta a la de la mujer embazada, que es además la de su propio hijo”.
(Nicolás Jouve de la Barreda. Doctor en Ciencias Biológicas por la Universidad Complutense de Madrid y Catedrático de Genética en la Universidad de Alcalá. Ha sido presidente de la Sociedad Española de Genética y colaborador de la Cátedra de Bioética UNESCO. Fuente: CiViCa). Ver más en: http://danielvallesperiodista.com/que-dice-la-ciencia-acerca-del-aborto/
Desde el infame caso Roe vs Wade, en EUA, no solo los paralogismos se han usado para buscar la despenalización generalizada del aborto. No solo eso.
También se usan mentiras flagrantes.
Norma L. McCorvey, quien en el caso en mención es la demandante “Jane Roe”, confesó años después que ella le mintió a la Suprema Corte de Justicia de EUA.
La Corte entonces uso como base el testimonio falso de una mujer que premeditadamente mintió diciendo que había sido violada.
Ella alegó haber sido violentada sexualmente. Lo que no era cierto. Ver: CNN.com - Who is 'Jane Roe'? - Jun. 18, 2003
En México dicen quienes están por la despenalización de aborto, dicen que cuando éste sea legal se abatirán las miles de muertes de mujeres que acuden actualmente al abortista. Afirman que disminuirán las muertes por legrados mal hechos.
Estas son dos mentiras en una. Tal vez más.
En la Ciudad de México, gracias a Rosario Robles, actual Secretaria de la SEDATU, (que la pasó muy mal hace una semana en la Cámara de diputados al comparecer ante muchas de sus excorreligionarias de la izquierda que la acusan de ser corrupta por “La Estafa Maestra”), el aborto se convirtió en práctica legal, bajo cualquier concepto.
La práctica era solo para personas que vivieran en la CDMX. Pero hoy se dice, se rumora y se comenta que igual que con los matrimonios entre homosexuales, acuden de toda la república para abortar legalmente o para casarse.
¿Cómo lo logran? Falsifican identificaciones. Consiguen comprobantes que aseguran viven en CDMX, cuando no es verdad.
Es decir, mentira, tras mentira, tras mentira.
Esto-insisto-de dice, se comenta y se rumora. Lo sabrían las autoridades hospitalarias y de la ciudad. Así como todas las defensoras del aborto.
Pero no importa. Nadie se pone exigente. “México es Ciudad de Vanguardia”.
La realidad es que el aborto legal en CDMX no ha servido para lo que quienes lo promovieron aseguraban serviría. ¿Mintieron? Afirmo que sí. ¡Que mienten!
En el estudio; “Aborto, la política de un Estado claudicante” elaborado por los especialistas Marcelo Bartolini y Cándido Pérez Hernández, entre otros expertos, señala que las propias autoridades capitalinas desconocen las condiciones en las que se realizan 9 de cada 10 abortos en la Ciudad de México.
De acuerdo con los cálculos realizados por investigaciones académicas, durante estos once años-de la legalización-se habrían realizado más de 1.5 millones de abortos y no los 193 mil 760 que las autoridades sanitarias de la Ciudad de México tienen registrados.
Además, los expertos señalan que la mortalidad materna no ha disminuido.
En la Ciudad de México el porcentaje que representa el aborto como causa de mortalidad materna es mayor que el promedio nacional.
En la capital el aborto representa el 10.7% de las muertes maternas, mientras que a nivel nacional representa 9.2%.
Lo que demuestra no solo la mentira que se maneja en cuanto a los motivos de salud para buscar la despenalización del aborto en el país. Sino que afirma el uso de los paralogismos para hacer la campaña “abortera”. Ahí El Meollo del Asunto.
Imagen de: Carlos Kike Muñoz