Al finalizar el 2015 es fundamental analizar lo sucedido dentro de los últimos 365 días, pero sobretodo visualizar lo que viene en 2016.
Sin duda para Puebla –igual que para otros 11 estados del país- el 2016 será importante en el tema político electoral. Como es sabido en 12 entidades habrá elecciones en las que se votarán un total de mil 169 representantes populares –gobernadores, ayuntamientos y congresos locales- lo cual implica un nuevo reto para las instituciones y organismos electorales que habrán de cumplir con su tarea velando siempre por los principios de legalidad, imparcialidad, equidad, objetividad y certeza jurídica, con el objetivo de privilegiar la democracia.
Se trata de una elección en la que se debe garantizar la participación equitativa de hombres y mujeres -que más allá del género- demuestren capacidad de trabajo en beneficio de la gente.
Los ciudadanos -empoderados a través de las redes y el internet- exigen respuestas a los problemas que los aquejan, muchos de los cuales coinciden en un mismo origen –la corrupción- y que cada vez que se presenta la oportunidad de elegir a sus representantes, esperan que éstos sean personas con responsabilidad social, con amplia preparación y capacidad de resolver pero sobretodo con sensibilidad social y política.
Los aspirantes –y en su momento los candidatos- deberán prepararse con estrategia y determinación; sin duda deberán contar con dichos adjetivos para poder ser competitivos en estos tiempos marcados por la alternancia partidista.
Las alianzas serán un factor importante -aunque no determinante- de las próximas elecciones; veremos un escenario en el que los partidos, de derecha e izquierda, harán todo por ganar espacios a cambio de una credibilidad cuestionada por los ciudadanos. Lo que hemos observado hasta el día de hoy es que la ambición por el poder es más fuerte que la ideología que enarbolaban y que hoy han olvidado.
En Puebla, -al igual que en los otros 11 estados- el Partido Revolucionario Institucional elegirá a los mejores perfiles que garanticen la alta competencia electoral y que estén preparados para gobernar de manera eficiente, eficaz y responsable su entidad.
Quienes resulten electos en este proceso deberán -sin filias ni fobias- trabajar hombro a hombro con el Presidente Enrique Peña Nieto, para lograr mayores beneficios a favor de la población en un año que se vislumbra complicado desde la perspectiva internacional de la economía y de las finanzas.
Aún con ese panorama difícil confío en que en 2016 a Puebla le vaya bien.
Les deseo a todos un año lleno de éxitos y de prosperidad.