El presidente estadounidense, Donald Trump, lanzó este miércoles una diatriba contra Alemania, “un país rico” y “prisionero” de Rusia por su gas, al inicio de una tensa cumbre de la OTAN por sus reclamos de más gasto militar de los aliados.
Las horas previas a la reunión de los 29 líderes de la Alianza estuvieron marcadas por las críticas del inquilino de la Casa Blanca a sus aliados por no dedicar el 2 por ciento de su PIB nacional en defensa, como se comprometieron en 2014 en Gales.
El líder de la primera potencia militar desubicó incluso a sus socios de la OTAN, al plantear que su reunión el próximo lunes con el enemigo número uno de la Alianza, el líder ruso Vladimir Putin, sería “más fácil” que con los aliados.
Pero sus primeras palabras en Bruselas las dedicó a atacar a la primera economía europea. “Alemania está prisionera de Rusia porque recibe mucha de su energía”, dijo en referencia al compromiso de Berlín en el gasoducto Nord Stream II.
“Ellos pagan miles de millones de dólares a Rusia y nosotros tenemos que defenderlos contra Rusia”, dijo el mandatario estadounidense, quien vincula así al terreno de la seguridad su prioridad de vender su gas natural a los europeos.
La canciller alemana, Angela Merkel, defendió poco después de su llegada a la reunión el derecho de su país a tomar sus propias decisiones, aludiendo a lo que ella misma experimentó en el pasado cuando “una parte de Alemania estaba controlada por la URSS”.
Donald Trump refuerza así sus críticas a la primera economía europea, en su punto de mira por su excedente comercial, por destinar pocos recursos a su gasto militar, el principal punto de desencuentro entre Estados Unidos y sus 28 aliados en la cumbre.
Estados Unidos, cuyo presupuesto militar alcanza el 3,5 por ciento del PIB y cuyas contribuciones directas al presupuesto de la OTAN representan el 22 por ciento del total, criticó en el pasado el recorte en defensa que sus aliados hicieron en plena crisis económica.
En Gales en 2014, los miembros de la Alianza se comprometieron a aproximar su gasto militar al 2 por ciento del PIB nacional para 2024, pero junto a Washington, sólo siete países europeos lo cumplirían en 2018. Alemania registraría un 1.24 por ciento.
“Estados Unidos está pagando demasiado”, “no es justo para los contribuyentes de Estados Unidos”, “algunos países no pagan lo que deberían”, dijo Trump en una reunión con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, previa a la cumbre.
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, cuyo país destina en 2018 un 1.23 por ciento de su PIB a la defensa, consideró que “anunciar dinero no es tan importante como demostrar resultados” y destacó, en la línea de otros países, la participación de Canadá en las misiones de la OTAN, como en Irak.
Los miembros de la OTAN tienen previsto expresar su “compromiso inquebrantable” con los objetivos de gasto acordados en Gales, entre el 2 por ciento y apuntar que presentarán “planes nacionales creíbles” sobre su implementación, algo que podría satisfacer a Washington, según la declaración vista por la AFP.
La implicación de Trump en la defensa colectiva de los aliados, principio fundador de la OTAN, no está en duda y el líder “volverá a comprometerse” con ella, dijo el martes la embajadora de su país ante la OTAN, Kay Bailey Hutchinson.
A pesar de no ser un miembro de la organización creada en 1949 para contrarrestar la influencia de la Unión Soviética tras la Segunda Guerra Mundial, la sombra del presidente ruso, la principal amenaza de la OTAN, planeará durante la reunión.
La víspera, la Unión Europea urgió a Trump, por boca del presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, a “apreciar” a sus aliados y a recordar en su cumbre con Putin “quién es su enemigo estratégico” y “quién es su problema estratégico”.
La anexión en 2014 de la península ucraniana de Crimea por Rusia supuso un momento clave para la OTAN y los europeos. La Alianza adoptó el objetivo del 2 por ciento, un compromiso que cumplen especialmente los vecinos bálticos de Rusia.
Ante su amenazante vecino oriental, los 29 líderes de la OTAN deben respaldar en la cumbre su plan “30-30-30-30”, que prevé que, para 2020, la OTAN pueda desplegar en 30 días, 30 batallones, 30 escuadrones aéreos y 30 buques de guerra.
Con información de AFP/Toni Cerdà, lopezdoriga.com