Los murciélagos Leptonycteris nivalis y Leptonycteris yerbabuenae son los principales polinizadores de los agaves de los cuales se obtienen dichas bebidas tradicionales, indicó el profesor investigador Matías Martínez Coronel, adscrito a la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Unidad Iztapalapa.

No solo polinizan el agave, los murciélagos también polinizan la guayaba y el zapote, por mencionar algunos frutos. Asimismo, estos mamíferos voladores también son excelentes controladores de plagas ya que cada noche consumen toneladas de insectos.

Por estos dos servicios ambientales que ofrecen estos mamíferos de manera natural, si estos pequeños animales desaparecieran de la faz de la tierra se generaría una catástrofe ambiental a nivel mundial, indicó el especialista.

Señaló el investigador que en el mundo existen alrededor de mil 250 especies de murciélagos, de las cuales cerca de 150 habitan en México, lo cual lo convierte en el sexto país con mayor diversidad de este mamífero, después de Brasil, Ecuador, Perú, Colombia y Venezuela.

México es el sexto país con mayor cantidad de especies de murciélago.

Alrededor de 70 por ciento de los murciélagos que habitan en el país son insectívoros, 27 por ciento son frugívoros, se alimentan del néctar y las plantas. El resto, son hematófagos.

“De hecho, de las mil 250 especies que existen, solo tres especies se alimentan de sangre y estas tres se pueden encontrar en México”, indicó Martínez Coronel.

Como cualquier organismo vivo, los murciélagos tienen una función en el ecosistema. Los insectívoros cada noche consumen toneladas de insectos que se convertirían en plagas que atacarían los cultivos. Asimismo, los que se alimentan de frutos dispersan las semillas, lo cual ayuda a regenerar los ecosistemas.

Los murciélagos que se alimentan de frutos dispersan las semillas, lo cual ayuda a regenerar los ecosistemas. Foto de Saborearte.

En tanto, los que se alimentan de néctar y polen favorecen la reproducción cruzada entre las plantas y de esta manera amplían la diversidad genética de las plantas, lo cual las hace menos vulnerables a problemas ambientales.

En tanto, los que se alimentan de sangre, muchas veces se piensa que son negativos, y han sido los más estigmatizados por la televisión. Sin embargo, el investigador asegura que no es así, ya que no se alimentan de cualquier animal, sino solo de aquellos que son más débiles. De esta manera, si se llegan a morir estos animales, lo que hacen los murciélagos es una limpieza genética de esa población.

Cuando se le preguntó si estos animales son causantes de la transmisión de epidemias, como ocurrió con el virus del ébola, el investigador fue claro: “los murciélagos, como cualquier otro ser vivo, tienen enfermedades y pueden transmitir enfermedades. En el caso del brote del ébola que se dio en África se debió a que en esa región tienen la costumbre de comerse a los murciélagos”, señaló.

Además, indicó un caso local, referido al de la rabia. “El murciélago es atacado por la enfermedad de la rabia, esto es importante porque en el caso de los murciélagos hematófagos si se contagian de este mal, al momento de morder a sus presas, que generalmente son animales domésticos, les pueden transmitir la rabia.”

Los murciélagos, a menudo estigmatizados por las películas de terror, cumplen un papel fundamental en el control de fauna. Foto de Fundación UNAM.

Por último, el profesor de la UAM Iztapalapa fue preciso en señalar, con todos estos argumentos descritos, la importancia de que perduren en el ecosistema los murciélagos.

Si estos desaparecieran, “se generaría un desastre mundial. Si se acaban los murciélagos, hay muchas plantas que dependen de ellos como por ejemplo los agaves tequileros y mezcaleros. Además el mundo se llenaría de plagas que acabarían con los cultivos y no habría quién polinizara. A largo plazo sería una catástrofe mundial”, alertó.

El profesor señaló que la forma de ayudar a la permanencia de los animales es sencilla: “no tiene que hacer nada, solo no molestarlos, no ahuyentarlos, quizás lo único que tiene que hacer es contemplarlos y dejarlos libres en su hábitat.”

Información de: @unam_mx y lopezdoriga.com
Imagen de: lopezdoriga.com