El presidente López Obrador afirmó que si no termina de pacificar a México su gobierno no podrá ser acreditado históricamente. Ante esto reconoció que terminar con la violencia es un desafío político debido a que sus adversarios “se frotan las manos”.
“Respecto a la violencia todos tenemos responsabilidad y debemos enfrentarlo. Si no terminamos de pacificar a México por más que se haya hecho, no vamos a poder acreditar históricamente a nuestro gobierno, es un desafío político".
El Jefe de Estado dijo que el tema de la violencia es incluso hasta político pues es un tema que la oposición también toma para criticar su gobierno. “Nuestros adversarios se frotan las manos”.
Sin embargo presumió que los homicidios y delitos están en descenso. “Hemos avanzado bastante, si me tocará informar sobre delitos de fuero federal, tenemos disminución del 25% porque los homicidios, en efecto, son de fuero común, que no solo es culpa de gobiernos estatales”.
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