El día de ayer trascendió que los sensores del penal El Altiplano, de donde se fugó El Chapo Guzmán, habrían sido apagados por unos trabajos de mantenimiento que la CONAGUA realizaba en el Sistema Cutzamala. Sin embargo, dicha dependencia se deslinda de esa responsabilidad.
Se sabe que las líneas 1 y 2 de conducción del Sistema Cutzamala pasan por debajo del patio de las oficinas administrativas y de la aduana del penal de máxima seguridad, es decir a 400 metros de donde se encuentran los reclusos.
En la zona opuesta a la celda en donde estaba recluido Guzmán Loera, la CONAGUA realiza trabajos de construcción de la tercera línea del acueducto y reubica los tubos de las primeras dos, que llevan el agua desde el tanque Santa Isabel hasta el tanque Pericos.
La dependencia informó, mediante un comunicado, que las obras de sustitución de tubería se realizaron como a 400 metros del penal los días 3, 4 y 5 de julio pasados. Agrega que se usaron 43 máquinas pesadas y 286 unidades de equipo menor.
“En el operativo, participaron técnicos de la más alta especialización, trabajadores de la industria de la construcción y elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional, Policía Federal y Seguridad Pública del Estado de México”, afirma.
El Centro Federal de Readaptación Social (CEFERESO) número 1 fue construido entre 1988 y 1990, y para entonces la tubería del Cutzamala ya se encontraba a dos metros de profundidad.
