Las declaraciones del policía estatal de Veracruz detenido por los desaparecidos de Tierra Blanca dejaron sin la esperanza a los padres de volver a ver a sus hijos con vida.
“Esta persona ya confesó y dijo cómo pasó todo de todo hasta que ya perdimos a nuestros chamacos… confesó que nos los mataron”, dijo José Benítez, padre y tío de dos de los desaparecidos de Tierra Blanca.
Los encargados de dar a conocer la declaración del policía Rubén Pérez Andrade fueron el subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Roberto Campa, y el comisionado de la Policía Federal, Enrique Galindo.
Las autoridades aseguraron que la declaración del detenido iba dirigida a que los policías habían retenido, torturado y asesinado a los jóvenes, en complicidad con integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación.
“No aguanté la presión de lo que este señor declaró, de la tortura y cosas así”, lamentó José Benítez, quien aseguraba que ninguno de los jóvenes secuestrados merecían dicho trato, “pero aunque así hubiera sido, nadie tiene que haber pasado por eso”, agregó.
El policía de Veracruz, Pérez Andrade, confesó que los jóvenes desaparecidos en Tierra Blanca fueron llevados al rancho El Limón, donde fueron entregados a los integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación. El mismo predio donde encontraron restos de dos de ellos.
Por el momento, el Equipo Argentino de Antropología Forense está realizando un segundo estudio de los restos encontrados en el rancho El Limón, para confirmar que pertenecen a los desaparecidos.
