El diputado Éctor Jaime Ramírez Barba (PAN) presentó una iniciativa de reforma a la Constitución Política, a fin de que la persona a cargo de la Presidencia de la República del país informe sobre su estado de salud, incluida su salud mental.
"El objetivo es asegurar que la Presidenta o el Presidente de la República mantenga una salud óptima para el ejercicio del gobierno, incluyendo su salud mental. Es crucial que quien lidera y protege la soberanía y seguridad del país esté siempre en condiciones de hacerlo", señaló.
En un comunicado expuso que saber si las o los mandatarios federales padecen de alguna enfermedad incapacitante, es información de interés público y quedará exceptuada de la protección y reservas de ley.
Por ello, dijo, su propuesta establece mandatar que en la apertura de Sesiones Ordinarias del Primer Periodo de cada año de ejercicio del Congreso, la Presidenta o el Presidente de la República presente un informe clínico actualizado en versión pública donde se haga constar de su buena salud mental y la ausencia de una enfermedad incapacitante.
Asimismo, agregó Ramírez Barba, que sea requisito para desempeñar el cargo de Presidenta o Presidente tener un buen estado de salud mental y ausencia de enfermedad incapacitante, que deberá acreditarse con los estudios clínicos y dictámenes médicos de conformidad con las normas aplicables y la ley en la materia, mismos que deberán hacerse públicos.
Refirió que durante los últimos sexenios, ciudadanos y medios de comunicación han solicitado conocer el estado de salud y el expediente clínico del Presidente en turno, a menudo debido a especulaciones o escenarios de incertidumbre, como sucede hoy en Estados Unidos.
Sin embargo, indicó, tanto instituciones públicas garantes del derecho al acceso de la información, como tribunales, han rechazado consistentemente proporcionar esta información, argumentando su carácter confidencial y reservada.
Recientemente, señaló, en el contexto de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, ha surgido un debate sobre la salud de los candidatos, centrándose especialmente en el estado de salud del actual presidente Joe Biden.
Al respecto, lo cierto es que se tiene buena información sobre los chequeos médicos del presidente estadounidense, mismos que pueden consultarse en la página de internet de la Casa Blanca: https://www.whitehouse.gov/wp-content/uploads/2024/02/Health-Summary-2.28.pdf, https://www.whitehouse.gov/wp-content/uploads/2021/11/President-Biden-Current-Health-Summary-November-2021.pdf
En México, en cambio, lamentó el diputado, no ha existido voluntad política para conocer el estado de salud de los mandatarios, incluso en circunstancias de hospitalizaciones y cirugías de riesgo.
"La Presidenta o el Presidente de la República es el representante del Estado mexicano y tiene una amplia gama de responsabilidades para las que debe estar en pleno goce de sus capacidades físicas y mentales. Es el encargado de promulgar y ejecutar las leyes, de preservar la seguridad nacional, disponer de la Guardia Nacional, declarar la guerra y dirigir la política exterior. Además, es la única o el único que puede restringir o suspender el ejercicio de derechos o garantías en todo el país", enfatizó.
Recordó que el propio presidente Andrés Manuel López Obrador fue sometido a una intervención quirúrgica delicada en su gobierno, en enero de 2022, en la que se le realizó un cateterismo cardíaco.
El también secretario de la Comisión de Salud explicó que, al no contar con una buena salud, los presidentes podrían ver afectada su capacidad para tomar decisiones, lo que puede llevar a retrasos en la implementación de políticas y programas.
Podrían, añadió, generar incertidumbre política, lo que puede desestabilizar la confianza pública y la de los mercados internacionales; asimismo, la capacidad de respuesta rápida y efectiva a crisis nacionales o internacionales puede verse comprometida.
De igual manera, apuntó, las relaciones diplomáticas pueden verse afectadas si la Presidenta o el Presidente no puede participar en reuniones y cumbres internacionales, lo que puede debilitar la posición del país en negociaciones y acuerdos.
"En conclusión, una Presidenta o un Presidente de la República, como servidor público, debe evitar especulaciones sobre su estado de salud, más allá de la mayor o menor apertura que tenga respecto de su privacidad. Y la ley debe garantizar a los ciudadanos el derecho de estar informados sobre las condiciones de salud de su mandatario", finalizó.
Redacción