Veinticuatro integrantes y egresados de la UNAM fueron reconocidos con la prestigiada beca Fulbright-García Robles, que otorga la Comisión México-Estados Unidos para el Intercambio Educativo y Cultural (COMEXUS). Así, viajaron a la Unión Americana para realizar estudios de posgrado y estancias de investigación en diversas instituciones.
La generación 2018, conformada por 94 becarios procedentes de 21 estados de la República, será apoyada por ese organismo binacional, constituido el 27 de noviembre de 1990 por un convenio firmado entre los gobiernos de México y EU.
En la despedida, José Luis Gallegos Quezada, licenciado en Ciencia Política por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, señaló que asistirá a la Universidad de Harvard para cursar la maestría en Administración Pública.
José Luis Téllez Arreola, maestro y candidato a doctor por esta casa de estudios en el área de Ciencias Biomédicas, comentó que viajará para continuar su investigación en la Universidad de Utah.
Luego de trabajar en el Instituto de Neurobiología, su línea de investigación se centrará en entender el proceso de neurotransmisión. “Este tema se relaciona con problemas de salud pública, como la esquizofrenia y los desórdenes de bipolaridad. En México hay un gran número de personas con esos padecimientos y me motiva ayudar a la sociedad en ese sentido. Voy a estar un año en Salt Lake City y es un gran orgullo representar a la UNAM y a México”.
Un caso más es el de Martha de Lourdes Arrieta Canales, egresada de la carrera de Medicina, quien acudirá a la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard para cursar la maestría en Ciencias Médicas en Salud Global, luego de haber trabajado dos años en la Sierra Madre de Chiapas con la organización Compañeros en Salud, que provee atención a las comunidades.
La joven consideró que el sistema de salud en México tiene muchos problemas y la única manera de lograr una mejoría es con más proyectos orientados a poblaciones desfavorecidas. “Estudiar la maestría me ayudará a entender mejor cómo desarrollarlos. Además, ser becaria me permite ser un vínculo entre naciones, siempre con orgullo puma”.
Israel García Solares es egresado de la licenciatura y maestría en Economía y profesor de posgrado en la UNAM. El también candidato a doctor en Historia por El Colegio de México realizará una estancia de un semestre como investigador visitante en el Kellogg Institute, de la Universidad de Notre Dame, donde trabajará en torno a la historia de las corporaciones mineras de Norteamérica en la primera mitad del siglo XX.
La ceremonia
Basel Blackmore, directora ejecutiva de COMEXUS, explicó que 55 por ciento de los becarios que harán un posgrado están admitidos en programas ranqueados en los 10 primeros lugares; en tanto, el grupo de académicos profundizará en investigaciones en áreas de ciencia, tecnología, ingeniería, matemáticas, salud, biodiversidad, manejo de recursos naturales, historia, filosofía y antropología, entre otras disciplinas.
Las becas Fulbright han contribuido al desarrollo nacional de muchos países, al quehacer científico y al mundo de las artes, pero su efecto más positivo se encuentra en el desarrollo individual y las relaciones entre naciones, comentó.
Agustín García-López Loaeza, director ejecutivo de la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo, de la Secretaría de Relaciones Exteriores, dijo a los becarios que ellos representan lo mejor y más brillante de México. “Son resultado de un competitivo proceso de selección y se suman a las filas de grandes hombres y mujeres que han caminado delante de ustedes poniendo el nombre del país en alto”.
Desde que se estableció el programa Fulbright-García Robles, más de cuatro mil estudiantes, profesores e investigadores mexicanos y estadounidenses se han beneficiado de experiencias académicas de excelencia. “Es prueba de que apostar a nuestras similitudes y no a las diferencias es la mejor estrategia para el desarrollo regional en ambos lados de la frontera”.
Por último, Rodolfo Tuirán, subsecretario de Educación Superior de la SEP, sostuvo que la educación, en especial en ese nivel, es la mejor plataforma para detonar el potencial de desarrollo que nos hemos propuesto alcanzar.
Con información de DGCS UNAM