Tras las pasadas elecciones, en las que Morena se vio señalado por irregularidades en la selección de candidatos por parte de Mario Delgado, dirigente nacional del partido, militantes del movimiento han salido a denunciar que la administración del líder guinda ha sido una estafa.
Los morenistas revelaron para Reforma que les prometieron candidaturas para la elección del 6 de junio: actas de nacimiento, credencial para votar, su afiliación a Morena, su comprobante de domicilio, CURP, RFC, una semblanza curricular, una carta compromiso con los principios de la “Cuarta Transformación” pero nada de eso sirvió.
“Ni siquiera los mandaron al INE, los sobres están sellados, es una burla lo que hizo Mario Delgado. Mario creó una estafa, hizo negocio con las candidaturas”, declara el tabasqueño Juan Cáceres, dirigente de la Coordinación Nacional de Fundadores Militantes y Simpatizantes de Morena (Conafum).
El inconforme sostiene que antes de que Delgado tomara la presidencia de Morena, el 5 de noviembre de 2020, ya se sospechaba que quería dejar fuera a los morenistas de base y entregarle el partido a los “chapulines”, por lo que habían apoyado a Porfirio Muñoz Ledo.
“Ya se escuchaba que Delgado había pactado y vendido las candidaturas de Morena y es lo que hemos visto, nosotros hemos encontrado documentos muy comprometedores”.
Desde entonces tienen tomada la sede nacional del partido y otras 19 sedes estatales pues sostienen que persiguen a Mario Delgado y buscan su salida del partido para “refundarlo”.
Al dirigente se le acusa de ser “prianista”, “fifí” y neoliberal, de trabajar por la candidatura de Marcelo Ebrard y de operar para que los “chapulines” secuestren el partido, además señalaron que “él sabe que está en la cuerda floja, que ni el Presidente ya lo quiere”.