La actuación de las autoridades hacendarias y del propio presidente de México ante los impactos económicos que ha sufrido nuestro país en medio de la emergencia sanitaria del coronavirus ha sido siempre para buscar el bienestar de la población más vulnerable, por ello resulta lamentable que algunos gobernadores planteen la revisión del Pacto Fiscal como una salida fácil, consideró el diputado federal, Mario Delgado Carrillo.
En este sentido, el coordinador parlamentario conminó a los gobernadores que proponen la revisión del Pacto Fiscal a que reflexionen, saquen bien sus cuentas y mejor se pongan a recaudar sus impuestos, a combatir la corrupción, a dejar de endeudar a sus estados y sobre todo practicar medidas de austeridad republicana.
Mario Delgado advirtió que en caso de que algunos estados quieran salirse del Pacto Fiscal, esto abriría la puerta a que se generaran contribuciones locales, lo cual sería una desventaja para sus economías, porque tendrían un mayor número de impuestos.
“Revisar el Pacto Fiscal en estos momentos de apremio económico es más un posicionamiento político que una reflexión seria sobre la forma en que se cobran los impuestos en nuestro país”, consideró el presidente de la Junta de Coordinación Política.
Agregó que no hay presupuesto que alcance si no se tienen prácticas serias de austeridad y de combate a la corrupción, controlar el endeudamiento y no sobreendeudar a la población.
El diputado Mario Delgado dijo que es imposible que los gobernadores exijan que se les regrese el equivalente al Producto Interno Bruto (PIB) de lo que se genera en sus estados, porque eso es el valor total de la producción de la economía y lo que se distribuye son los impuestos que recauda el gobierno federal.
Asimismo, refirió que el gasto federalizado representa el 50 por ciento de la recaudación federal participable, que son los recursos que obtiene el gobierno por todos los impuestos, derechos e ingresos petroleros. “Es decir, más de la mitad de lo que recauda el gobierno federal es para los estados, la Ciudad de México y los municipios”.
También, Delgado Carrillo recordó que las entidades federativas cuentan con potestades tributarias, sin embargo no las ejercen y prefieren pedirle al gobierno federal.
“El 80 por ciento de los ingresos en promedio de las entidades depende de las aportaciones y participaciones que en el marco de la Ley de Coordinación Fiscal manda el Gobierno federal a los estados, salvo en la Ciudad de México, que es mitad y mitad, es la única entidad que hace un esfuerzo serio recaudatorio”, detalló.
Incluso, el diputado federal de Morena manifestó que el PIB es el valor monetario de toda la producción de bienes y servicios que se producen en las entidades federativas en un año, “lo cual es una magnitud macroeconómica, es un número, pero es intangible, evidentemente no podrían llegar esos recursos como participaciones o aportaciones a los estados”.
Añadió que las participaciones principalmente se distribuyen con una fórmula donde pesa el tamaño de cada economía de cada entidad federativa, la población y el esfuerzo fiscal que realizan las propias entidades y en el caso de las aportaciones federales tienen una lógica resarcitoria para compensar a los estados más pobres.
Redacción