La Sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) inició una campaña de acoso e intimidación en contra de la maestra Liliana Martínez, una de las docentes que obtuvo resultados destacados en la evaluación magisterial.
A través de redes sociales como Twitter y Facebbok, el magisterio oaxaqueño circula fotos de la profesora al lado del secretario de Educación, Aurelio Nuño, y la acusa de “abandonar el movimiento que le dio la plaza automática”.
La profesora dijo a La Razón: “no me siento traidora. Sólo hice lo que siempre he venido haciendo, porque es lo que me gusta, prepararme más. Siempre me impongo retos a favor de mis alumnos”.
Con un salario mensual de 11 mil 400 pesos, Martínez es profesora de la escuela primaria Cuauhtémoc, en el municipio de Santa Lucía del Camino, donde imparte clases a 24 niños de quinto grado.
De 34 años de edad, de los cuales ha dedicado 14 al magisterio, la docente aplicó la evaluación en noviembre pasado sin que estuviera convocada.
“Sabía que tenía que presentarla tarde o temprano. Además, yo me sentía capacitada para hacer la prueba. Entonces, para qué esperar más”.
A raíz de que se dio a conocer que Liliana formaba parte de ese ocho por ciento (10 mil 731) de los 134 mil 140 maestros que lograron un resultado destacado en la prueba, comenzó el acoso por parte de algunos maestros de la disidencia.
Hasta el momento, el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO) tiene 198 investigaciones por acoso e intimidación por parte de algunos integrantes de la CNTE.
El director del Instituto, Moisés Robles Cruz, advirtió que no permitirán que los maestros que se oponen a la Reforma Educativa sigan hostigando a los trabajadores de la educación, “porque se actuará contra los que actúen al margen de la ley”.
Liliana prefiere no tocar mucho el tema del hostigamiento por parte de la Sección 22, sólo se limita a decir: “puedo escuchar sus críticas, pero también sus propuestas”.
Señaló que al principio “esas imágenes me lastimaron, porque soy muy sensible. Pero a estas alturas me siento satisfecha por haber realizado la evaluación”.
Desde antes de que iniciara la Reforma Educativa, la maestra ya tomaba cursos, talleres, seminarios y diplomados para capacitarse más. De hecho, al momento en que se realizó la entrevista vía telefónica, Liliana participaba en un nuevo curso en Puebla.
“Somos muchos los maestros que estamos preocupados por la educación de nuestros niños, por eso nos preparamos continuamente”.
Explicó que si algunos de sus compañeros no aplicaron la prueba no de debió precisamente a la desidia, sino que “hubo muchos factores para presentar el examen, como el tiempo, la desinformación y las dudas que existieron en torno al proceso de evaluación”.
Con información de: La Razón
Imagen de: La Razón
