El rector de la UNAM, Enrique Graue Wiechers expuso que nuestro verdadero muro está en la desigualdad. Un muro que no hemos podido derribar, que nos separa, nos divide y amenaza a la civilización, pues detrás de éste, existe una brecha inmensa de soledad, de desesperanza, de miseria y de inequidad.
“Ese es nuestro verdadero muro que nos urge derribar; el muro de la pobreza, el de la falta de oportunidades, el de la desigualdad educativa, el de la desesperanza, aquel que genera marginación, migración e inseguridad”, dijo al inaugurar el Coloquio Internacional “Los acosos a la civilización. De muro a muro”, en coordinación con la Universidad de Guadalajara.
En la Sala Nezahualcóyotl del Centro Cultural Universitario, manifestó que este muro hay que derribarlo en todas su aristas, desde las alturas y hasta sus cimientos.
“Y ese será el fin del muro que pretende construir el señor Trump. Un muro xenofóbico, racista y demagógico como su autor intelectual. Ese muro, si llega a existir, nos ofende como nación, pero no nos debe preocupar. Son muros que pintaremos, saltaremos o utilizaremos de diversas e insospechadas maneras. Pero finalmente esas barreras físicas caerán. Tal fue el caso del muro de Berlín”, puntualizó.
Graue Wiechers también se refirió a las consecuencias del cambio climático. Si viajáramos, afirmó, como turistas a la Estación Espacial Internacional veríamos el mundo tan de lejos que no seríamos capaces de percibir las diferencias o de apreciar los efectos nocivos de nuestra civilización en el planeta.
“Y mientras estamos más lejos, más fácil es el olvidarnos que los niveles de dióxido de carbono en el aire son los más elevados en 650 mil años. O que 925 millones de personas pasan hambre a nivel global, y que tan solo en 2015, murieron 5 millones 900 mil niños antes de cumplir los cinco años, de edad a consecuencia de enfermedades que pudieron prevenirse o tratarse en forma económica y eficiente.
Con información de: UNAM
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