Coca Cola informó que decidió cerrar su planta, ubicada en Arcelia, Guerrero, debido a amenazas del crimen organizado.
Trabajadores de la empresa afirmaron que desde hace tiempo los criminales exigían 10 millones de pesos para dejarlos trabajar, por lo que en julio de 2014 decidieron parar labores, sin cerrar completamente.
El 4 de agosto la empresa decidió reanudar actividades, pero sus camiones y camionetas fueron saqueadas y quemadas.
Tras la persistencia de las amenazas, el 20 de mayo de este año la planta de Coca Cola en Arcelia, decidió cerrar actividades por completo, llegando a un acuerdo con los trabajadores a quienes hoy se les finiquitó.