Luego de los disturbios provocados por manifestantes en Chihuahua que se niegan al trasvase de agua de presas de la entidad al río Bravo como pago a Estados Unidos acordado en un tratado bilateral de 1944, el presidente de la República Andrés Manuel López Obrador rechazó la violencia y la quema de edificios públicos, daños a ferrocarriles y casetas de peaje.
Durante su conferencia matutina, el primer mandatario rechazó el uso de la violencia como protesta, pues recordó que cuando fue opositor nunca incendió nada:
“Si están inconformes pues acudir a los procedimientos legales… pero no quemar oficinas… quemar casetas de cobro… eso no. Yo fui opositor muchos años y nunca llamé a quemar instalaciones, yo fui opositor… nos robaron hasta la presidencia de la República y no se rompió ni un vidrio, entonces creo que no es ese el camino.”
Redacción