La “mano negra” de la oposición está detrás de las críticas de sacerdotes y la exigencia de diálogo y mayor seguridad, advirtió este lunes el presidente Andrés Manuel López Obrador.
“No creo que en los últimos tiempos se haya dialogado tanto con el pueblo de México. Cotidianamente estamos recogiendo los sentimientos del pueblo de México”, dijo en respuesta.
“Los adversarios nuestros, como no han podido imponerse, ahora están queriendo que nosotros entremos en una polémica con las iglesias. No, hablando de lo mismo, amor y paz. Nos identificamos muy bien con el papa Francisco y tenemos muy buenas relaciones con pastores y ministros de otras iglesias”, añadió el presidente, quien añadió: “ya estoy viendo la mano negra de los conservadores que quieren echarnos encima a las iglesias”, acusó.
AMLO destacó que Jesucristo es uno de los líderes sociales a quien más admira. “De acuerdo a mi interpretación teológica, encabezó un movimiento en contra de los poderosos y en favor de los pobres”.
Redacción