Más de 11 organizaciones internacionales advierten que de no atender a la población infantil con cuidado sensible y cariñoso, las consecuencias podrían ir desde problemas en salud y desarrollo, hasta que las naciones sufran diversas pérdidas económicas.

De acuerdo con la revista médica The Lancet, esta carencia pone en la actualidad a cerca de 250 millones de niños menores de cinco años en el mundo, ya que podría estar en riesgo de no alcanzar su máximo potencial.

Señala que, a falta de no poder explotar todas sus capacidades, los niños podrían tener una reducción del 25 por ciento de su salario en la edad adulta. En ese mismo sentido, las naciones perderían entre dos y tres veces la cantidad que invierten en salud y educación.

El cuidado sensible y cariñoso en los primeros tres años de vida son fundamentales para lograr el desarrollo infantil y éste incluye cinco puntos: atención y afecto; seguridad y protección; salud; nutrición; y aprendizaje temprano.

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés), Save the Children y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) coinciden en que el cerebro de un niño se desarrolla con mayor velocidad entre los primeros dos a tres años de vida.

Para que el cerebro se desarrolle es necesario mantener una salud adecuada durante la concepción, el embarazo y el periodo postnatal. Asimismo, amamantar y proveer alimentación nutritiva y suficiente; mostrar un ambiente seguro; y ofrecer oportunidades para que los pequeños desarrollen sus capacidades.

Cada punto, expuesto en la publicación médica, asegura que mantener las bases del desarrollo infantil permitirá a esta población: mejor salud y capacidad de aprendizaje; mejores ingresos en vida adulta; reducción de la pobreza; menor desigualdad; y sociedades más pacíficas.

Información: Notimex

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