Desde el sábado, los gobiernos de Francia, Alemania, Italia, Malta, España y Portugal han acordado desembarcar y compartir el procesamiento de las 450 personas, incluidas las peticiones de asilo que puedan presentarse.
"Esperamos que estos acuerdos se implementen ahora de manera rápida y efectiva", dijo Filippo Grandi, alto comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados. "Además de poner fin a una dura prueba para estas personas, esto establece un ejemplo positivo de cómo, al trabajar juntos, los países pueden defender el rescate marítimo y gestionar las fronteras al mismo tiempo que cumplen con las obligaciones internacionales de asilo".
"Sin embargo, se necesitan soluciones que vayan más allá de acuerdos poco sistemáticos o que se resuelvan barco por barco", agregó Grandi.
"En la cumbre de la UE a fines de junio, los gobiernos europeos se comprometieron con un enfoque de colaboración más sostenido, predecible y mejor administrado para tratar con todas las personas rescatadas en el mar. Hasta que esto suceda, los arreglos para las llegadas en el Mediterráneo continuarán siendo a corto plazo e insostenibles; los intereses de un enfoque común en Europa se verán socavados y las vidas estarán en peligro con cada nuevo intento de viaje en barco ".
Acuerdos para gestionar el rescate
Por ahora, los acuerdos mediterráneos más amplios para gestionar el rescate, el desembarco y el seguimiento del proceso subsecuente están lejos de ser adecuados. Las acciones recientes para rechazar el desembarco de personas rescatadas por buques no gubernamentales y otras restricciones a las operaciones de las ONG son profundamente preocupantes y no abordan las causas fundamentales que impulsan los flujos de refugiados y la migración irregular, ni la desesperación que impulsa a las personas a huir en barcos peligrosos. Esto significa que las personas continúan cruzando y se están perdiendo vidas.
Al mismo tiempo, aunque los Estados tienen la obligación de salvar vidas y brindar protección a los refugiados, las personas que son rescatadas no tienen el derecho irrestricto de elegir adónde desean ir. El desembarco debe realizarse en un lugar verdaderamente seguro, incluso para quienes puedan necesitar protección internacional; pero no necesariamente en un lugar de su preferencia.
Esta no es la primera vez que Grandi insta a los países europeos a trabajar juntos en la atención de esta crisis humanitaria. En una visita a Dinamarca en junio, el alto comisionado instó a las naciones a diseñar políticas de asilo coherentes en vez de lanzar carreras para introducir restricciones unilaterales que dañan a los refugiados y al propio continente.
"En un momento en que la gente está preocupada por el impacto de los conflictos en Medio Oriente y África, entiendo las preocupaciones de muchos europeos. Pero la solución radica en que los países trabajen juntos. Eso significa unirse para brindar seguridad a quienes lo necesitan, mediante acuerdos justos y coherentes en línea con el marco internacional que los europeos ayudaron a construir", expresó Grandi.
Una solución amarrada con tensión
En la memoria reciente está el caso del barco Aquarius, donde las más de seiscentas personas que viajaban en estaba bloqueada en las aguas entre entre Malta e Italia, y sin que ningún país aceptabase desembarco.
Finalmente, el Gobierno español decidió recibirlos en sus costas.
A pesar de que los arribos de migrantes y refugiados ha disminuido desde que alcanzó su punto máximo 2015, la situación continúa sacudiendo a Europa. Países como Italia y Malta, que se cuentan entre los primeros destinos, cada vez son más renuentes a recibir migrantes y refugiados.
Con información de Prensa ONU