Hace más de un siglo y medio, el científico inglés, Charles Darwin presentó su teoría sobre la evolución y en 1859 publicó su libro “Sobre el origen de las especies, por la selección natural”.
El investigador planteaba que la evolución se daba por medio de la selección natural, lo que significa que el medioambiente donde viven los seres vivos ofrece recursos limitados.
También aseguraba que los organismos compiten por ellos y los que consigan adaptarse mejor al medio lograrán más recursos y se reproducirán más y mejor.
Con su publicación, la teoría de la evolución produjo un gran impacto en la sociedad de su tiempo, lo que llevó a una gran polémica en diversos ámbitos sociales.
Una buena parte de la comunidad científica acepto esta visión, porque que daba coherencia al conocimiento existente sobre el mundo vivo y las teorías sobre la evolución existentes.
Su teoría proponía un origen no sobrenatural de la vida y las especies, y consideraba que la especie humana estaba sometida a las mismas leyes que el resto de los animales, incluso la selección natural.
En el marco religioso, las reacciones no fueron unívocas; hoy en día, continúa siendo la teoría de la evolución darwiniana un ámbito de discusión en parte de la comunidad cristiana, que la rechaza al verla incompatible con el relato de la Creación narrado en la Biblia, en el Libro de Génesis.
Mientras que otra parte, más liberal, la ha incorporado a sus creencias, incluso la ve compatible con el hecho de que exista un creador y toma la selección natural como un instrumento del diseño divino.
En la actualidad, se genera un gran debate, en el que cogen todos los extremos, desde quien piensa que con esta concepción de la evolución vamos a la brutalización de la raza humana, pasando por quien intenta reconciliar la evolución con la fe, y hasta quien organiza un club para luchar por liberar a la ciencia de los dogmas religiosos.
En definitiva un partido en el que se enfrentaron científicos, filósofos y teólogos, y que permitió crecer en el conocimiento y ampliar la visión sobre la historia natural.
La teoría de Darwin no fue aceptada por la comunidad científica como explicación del proceso evolutivo hasta el primer tercio siglo XX.
Actualmente constituye la base de la síntesis evolutiva moderna; con sus modificaciones, los descubrimientos científicos de Darwin siguen siendo el acta fundacional de la biología como ciencia.
La teoría de Darwin supuso una revolución del pensamiento, como fue la teoría planetaria de Nicolás Copérnico, Sigmund Freud con su explicación de la psique o como Albert Einstein por su teoría de la relatividad.