El director general del INAH, Diego Prieto Hernández, dio a conocer el pasado 24 de agosto, el descubrimiento de una subestructura en el edificio denominado Casa C, en la zona arqueológica de Palenque en Chiapas; así como una ofrenda, en la Casa E de la misma zona, cuyo elemento más sobresaliente es una cabeza modelada en estuco que representaría al gobernante maya K’inich Janaab’ Pakal.
Este hallazgo fue gracias a la primera etapa del proyecto de conservación cultural, integrado por la Secretaría de Cultura, el INAH y con el apoyo de la Embajada de los Estados Unidos.
Los investigadores detallaron que el descubrimiento se registró durante las labores de conservación encaminadas a atender la acumulación de agua en el patio este de la llamada Casa E, cuyo nivel de piso era casi igual al de la crujía de dicho edificio, lo que en época de lluvia causaba el trasminado del líquido y, a su vez, problemas de humedad en la pintura mural, las firmas históricas y los ornamentos que le son característicos.
Durante el trabajo de conservación se ubicó la mencionada ofrenda, al norte del patio este de la Casa E, casi en la esquina que forma con la Casa B. Los arqueólogos Benito Venegas Durán y Wenceslao Urbina Cruz detallaron que estaba integrada por un primer nivel de fragmentos de alabastro —material que no había sido localizado en ofrendas de Palenque— y por la cabeza estucada, de tamaño y estilo naturalista, que se sabe formó parte de algún decorado arquitectónico, aunque se desconoce su procedencia.
El tercer nivel de la ofrenda reveló un cúmulo de materiales que incluye figurillas y tiestos cerámicos, huesos tallados, dos perlas, fragmentos de jadeíta, sílex, concha nácar, obsidiana y cinabrio, una pieza de pirita pulida a manera de espejo, así como numerosos huesos de tortugas, róbalos, mojarras, lagartos, tenazas de cangrejos, aves pequeñas y caracoles.
Todos los componentes de la ofrenda aluden a un contexto acuático y de fertilidad. Los arqueólogos del INAH coinciden en que también denotan el alto estatus de los habitantes de El Palacio, pues son bienes ajenos a Palenque que poseían gran valor en la antigüedad.
Respecto a la subestructura en la Casa C, el arqueólogo Arnoldo González, mencionó que, de ese espacio de aproximadamente 18 metros de largo, se habría buscado simbolizar el inframundo de los antiguos palencanos.
González, precisó que, por ahora, no hay indicios de la existencia de alguna tumba en esta subestructura, sin embargo, dijo, sí se han localizado bienes culturales como una nariguera de hueso —en el sector norte— junto con restos de fauna en ofrenda, más otro depósito ritual en el costado sur del inmueble.
Con información del INAH
Imágenes del INAH