La quinta edición de la Fiesta de las Culturas Indígenas, pueblos y barrios originarios de la Ciudad de México recibió durante sus 10 días de duración a 900 mil personas, quienes disfrutaron de más de 400 actividades en la plancha del Zócalo de la Ciudad de México.
Déborah Chenillo, organizadora de este evento y coordinadora de vinculación cultural comunitaria de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, agradeció a todas las personas que hicieron posible esta celebración, que inició el 24 de agosto.
“Quiero pedir un aplauso para todos los compañeros y compañeras que durante estas jornadas estuvieron en las carpas enseñando su trabajo, esfuerzo, corazón, a través de todas las artesanías, productos gastronómicos, herbolarios y medicinales”, declaró.
Durante la ceremonia de clausura, el escenario principal se llenó de música, pues estuvieron presentes algunas agrupaciones invitadas, una de ellas fue Kamikaze Beat Band, que hizo sonar música tradicional morelense.
También estuvo Rockercoatls con su rock en lengua náhuatl, Vagos de la Sierra con cumbia huichola, Kalok iiy, que interpretó música contemporánea con el ritmo del swing y finalmente Los Comuneros del Viento, estos dos últimos originarios de Tlahuitoltepec, Oaxaca.
Previamente, hubo un recital de poesía en lenguas indígenas en el que participaron Javier Castellanos, poeta zapoteco; Manuel Espinosa Sainos, poeta totonaco y Esteban Ríos Cruz, poeta zapoteco.
Durante este último día también hubo algunos talleres, por ejemplo, sobre la vestimenta antigua de Milpa Alta, elaboración del textil quiché en telar de cintura, el curso titulado “Todas y todos somos migrantes”, por mencionar algunos.
En el área de la zona de la cancha del juego de pelota, hubo exhibiciones de: juegos tradicionales y pelota mixteca, en varios horarios, al igual que recorridos culturales para el fomento y preservación de la identidad del Anáhuac.
Cabe destacar que en esta Plaza de la Constitución hubo, además del escenario principal, dos foros, el Carlos Montemayor y el Centzontle, en donde se albergó una muestra editorial con libros que tienen que ver con temáticas indígenas, historia, lingüística, antropología.
Se presentó el libro “El llano en llamas”, de Juan Rulfo, traducido al idioma otomí..
Fueron alrededor de mil expositores los que fueron parte de este encuentro, participaron 29 grupos indígenas de México y como invitados cuatro de la región yumana de Baja California, tres de Guatemala y los ocho barrios de Ixtapalapa.
Con información de Notimex