El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, recibió este jueves a los New England Patriots en la Casa Blanca, y el mandatario mantuvo su estilo relajado al punto de bromear a los campeones de la NFL sobre la polémica de los balones desinflados.
Obama mantuvo el humor durante la ceremonia
"Usualmente cuento chistes en este tipo de eventos, pero con la visita de los Patriots, temí que 11 de 12 salieran ponchados", dijo Obama durante la ceremonia de recepción tradicional. El entrenador en jefe del equipo, Bill Belichick, le lanzó un gesto de desaprobación con el pulgar hacia abajo.
Los Patriots volvieron a la Casa Blanca y por primera vez se toparon con Obama, quien sucedió a George W. Bush en el puesto, presidente que los Patriots visitaron en tres ocasiones distintas.
Entre los temas humorísticos que Obama tocó, refirió a todos los asistentes que él pidió al ala cerrada Rob Gronkowski "no quitarse la camisa". Además, dijo que tenía listas unas tijeras en caso que Belichick decidiera cortar las magas de su traje, en alusión a las sudaderas sin mangas que suele portar el coach.
Obama, aficionado a los Chicago Bears, recibió un jersey conmemorativo por parte del propietario de los Patriots, Robert Kraft, quien le sugirió que New England podía ser su favorito de la Conferencia Americana.
Se reportó que el mariscal de campo Tom Brady no estuvo presente por un compromiso familiar.