El balance de enfrentamientos era favorable. Partía como favorita. Pero España no logró superar una maldición que la persigue desde 1934. Durante muchos años, la Roja había luchado contra otra condena, la barrera de los cuartos de final que se consideraba un techo de cristal inquebrantable. La superaron en Sudáfrica 2010, donde llegaron a levantar el trofeo.
En Moscú, se escribió un nuevo capítulo de la otra maldición. España nunca le ha ganado al anfitrión de una Copa Mundial
Italia 1934: empate con la Azzurra (1-1) y derrota (1-0)
Brasil 1950: derrota ante la Canarinha por 1-6
Corea/Japón 2002: empate con los Guerreros Taeguk (2-2) y derrota en penales (3-5)
Rusia 2018…
El partido ante la Sbornaya se puso de cara a los 12 minutos con un tanto en propia meta de Sergey Ignashevich. La Roja dominaba el juego, el pase y el balón, a pesar de la tremenda presión de un Luzhniki volcado con su selección.
Pero un penal antes del descanso transformado por Artem Dzyuba, y la desesperante falta de mordiente en ataque, encarrilaron el partido hacia un dramático final. Desde el punto de penal, la balanza se inclinó de nuevo del lado del anfitrión.
¿Sabías que…?
Ha sido la quinta definición por penales consecutiva que gana el país anfitrión.
Brasil- Chile, en 2014
Alemania- Argentina, en 2006
República de Corea- España, en 2002
Francia- Italia, en 1998
Un flashback, un deja-vu para Fernando Hierro. Él ya lo había vivido, del otro lado. El tiró el primer penal de la tanda definitoria contra la República de Corea en 2002. En aquel Mundial, como en este, la Roja cayó eliminada sin haber perdido ningún partido en tiempo regular.
Punto y final
Por si la derrota no fuese lo suficientemente dolorosa para la afición española, el partido fue además el último de la carrera internacional del jugador que le dio la gloria a la Roja.
“Es un ciclo personal para mí, que acaba después de mucho tiempo. Todo tiene un principio y un final. A veces las despedidas no son como uno imagina”, decía Andrés Iniesta en declaraciones a FIFA tras el encuentro.
“Lo hemos dado todo, pero el rival que también hace la parte que le toca y los penaltis son crueles. Hemos fallado y no hemos podido dar otro paso más. Nadie es responsable cuando fallas un penalti en estas situaciones”, reconocía visiblemente afectado. “Es difícil pero a partir de ahí todos tenemos que aprender de esta experiencia”.