Conformada por más de 3 mil 200 piezas provenientes de estados como Oaxaca, Guerrero y Puebla, que pueden verse por primera vez en una superficie de 2 mil metros cuadrados, la muestra Mixtecos Ñuu Dzahui, señores de la lluvia, que se exhibe en el Museo Histórico del Palacio Nacional, extiende su tiempo de exhibición durante todo el mes de julio.
Organizada por las Secretarías de Hacienda y Crédito Público, y la Secretaría de Cultura, a través del recinto sede y del Instituto Nacional de Antropología e Historia, con el apoyo de la Fundación Alfredo Harp Helú, y de distintas comunidades indígenas, revela toda la belleza y heterogeneidad cultural del “pueblo de la lluvia”, Ñuu Dzahui, a partir de antiguos testimonios y sus manifestaciones artísticas contemporáneas.
Coordinada por la titular de la Conservaduría de Palacio Nacional, Lilia Rivero Weber, con la curaduría de la doctora en arqueología, Nelly Robles García, y con el diseño museográfico del arquitecto Arturo Cortés Hernández; en la exhibición destaca la Ofrenda de la Tumba número 7 y el Inframundo de Monte Albán, que por primera vez sale de su lugar de origen para mostrarse al público asistente a Palacio Nacional.
Las salas llevan al visitante del mito de la creación de los mixtecos y cómo es que se relaciona este pueblo con la oscuridad y el agua, para descubrir sus orígenes, que se remontan a la mítica Apoala, de donde surgieron los Ñuu Dzahui, hasta las recientes manifestaciones culturales mixtecas.
Los museos de las Culturas de Oaxaca, del Ex Convento de Santo Domingo de Guzmán, el Regional de Cholula, Puebla, el Nacional de Antropología, el Regional de Huajuapan, y las ceramotecas de Cuilapan y la Eduardo Noguera, son algunos de los recintos y colecciones que han prestado parte de su acervo arqueológico al emblemático recinto de la cultura mexicana para esta imperdible muestra.
Del Museo de las Culturas de Oaxaca se cuentan objetos ornamentales elaborados en oro, plata y piedras preciosas, entre los que sobresale un cráneo decorado con mosaico de turquesa, copas de cristal de roca y diferentes piezas de orfebrería como una máscara que representa al dios Xipe-Tótec.
La Fundación Alfredo Harp Helú gestionó ante la comunidad de San Vicente del Palmar, en Tezoatlán de Segura y Luna, Oaxaca, el traslado a Palacio Nacional de su códice restaurado, amplio documento que data de la segunda mitad del siglo XVI.
Asimismo se exhiben documentos de otras comunidades, como San Miguel Tequixtepec, Santa María Zacatepec y Tepelmeme Villa de Morelos, así como un facsímil del Códice de Yanhuitlán, el Mapa de Teozacoalco y diversas traducciones a lengua mixteca que refieren la labor evangelizadora en la región.
Se trata de un viaje a través de la historia y de las particularidades del pueblo mixteco, a través piezas arqueológicas, artesanías, documentos e incluso creaciones ex profeso, incluye también el montaje de una muestra plástica con obras de creadores que comparten el mismo origen, como Rufino Tamayo y artistas jóvenes como José Luis García, quien exhibe parte de su cerámica de alta temperatura.
La exposición, que cuenta en su magnífico recorrido con artesanías y música de artistas como Pasatono, ayuda a entender a esta cultura milenaria, que aún hoy día se extiende desde las altas montañas del norte de Oaxaca y los cielos que le dieron nombre, hasta el sur de Puebla y el extremo Oriente de Guerrero.
Dividida en nueve núcleos temáticos: La creación mítica, Cosmogonía, Los mixtecos arqueológicos, La vida cotidiana, Señoríos posclásicos, Alianzas, El arte de escribir, La transición al siglo XVI y Los mixtecos de hoy, rompe con los esquemas de una exposición estrictamente arqueológica, para proponer una muestra cultural de lo este pueblo, que mediante alianzas patrimoniales, herencias y expansión bélicas, estableció señoríos fuertes y autónomos con un poder de negociación que le permitió mantener su influencia y privilegios luego de la llegada de los españoles.
Con información de Secretaría de Cultura