Utilizar a los cuerpos de seguridad para encapsular y callar las voces de quienes piensan distinto, es una medida intimidatoria que refleja la incapacidad y la intolerancia del Gobierno de la Ciudad de México, afirmó Andrés Atayde Rubiolo, Presidente de Acción Nacional en la Ciudad de México.
“Intimidar y tratar de callar al personal médico, es una medida contraria a un gobierno que se dice innovador y de derechos. ¿Por qué recurrir al cuerpo granaderos para reprimir la libertad de expresión y de tránsito? ¿Se estarán dando cuenta que a quienes están reprimiendo es a quienes salvan vidas? Esto es a todas luces, una señal de intolerancia”, destacó.
El líder del panismo capitalino, hizo un llamado al gobierno capitalino a escuchar y resolver las demandas de los médicos: “el personal médico lo único que está planteando es defender sus derechos laborales. Y todo esto por culpa del desastre en la política de salud de Morena a nivel nacional”.
“Desde Acción Nacional le decimos al Gobierno de la Ciudad de México: garanticen los derechos a la libertad de expresión y de manifestación. Rechazamos el uso de la fuerza, la represión e intimidación contra quienes sólo quieren que los escuchen en sus demandas”.
Atayde Rubiolo recordó que una de las promesas incumplidas de este gobierno fue precisamente la desaparición del cuerpo de granaderos, mismo que hoy vuelve a aparecer para funcionar como aparato de intimidación y represión del gobierno de Morena.
“A su llegada, este gobierno prometió la desaparición de los granaderos, sin embargo, hoy preguntamos: ¿Dónde quedó esa promesa? ¿No se ufanaron de desarticular un grupo que fue creado para controlar a la población?”
Finalmente, Atayde destacó que las exigencias y demandas de los trabajadores de la salud son legítimas, pues el gobierno capitalino está obligado a respetar sus plazas y sus años de antigüedad. Recordó que desde la llegada de este gobierno, las y los trabajadores de la salud se han visto afectados en todos los sentidos y han denunciado constantemente las pésimas condiciones de trabajo en las que se encuentran, así como la falta de medicamentos e insumos para poder atender su labor.
“No nos quedaremos callados ante las legítimas demandas del personal médico. No olvidemos que son ellas y ellos quienes arriesgan sus vidas, sin óptimas condiciones laborales y sin insumos, para ayudar a otros. Hoy, las autoridades deben dar respuesta a sus demandas en vez de reprimirlos”, concluyó.
Redacción