La aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2021 pasará a la historia como el cumplimiento ciego de todos los caprichos presidenciales para el destino de los recursos a obras innecesarias, dando la espalda a un país que vive uno de los momentos más apremiantes por la emergencia con más de 1 millón de contagiados por el COVID y una economía en crisis.
Se avecina una durísima etapa en la gobernanza de México porque como quedó el presupuesto, los gobiernos de los estados y los municipios tendrán que conseguir recursos por la vía financiera sin aumentar impuestos, a fin de garantizar lo que la federación se niega a otorgar a los ciudadanos: salud, seguridad pública y reactivación de la economía del país.
Así se refirió el Coordinador del Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional, Juan Carlos Romero Hicks, tras la aprobación del PEF 2021 en la Cámara de Diputados que consumó un golpe presupuestal a las familias y comunidades de estados y municipios, al disminuir o anular las participaciones federales.
Dijo el dirigente parlamentario que el presidente López Obrador y su partido podrán estar muy orgullosos y complacidos con el comportamiento de una mayoría sorda y ciega que solamente aprobó nueve reservas legislativas de MORENA, de las mil 29 presentadas en la Cámara de Diputados para modificar la propuesta del Ejecutivo Federal.
Incluso MORENA ni escuchó ni analizó la reserva unificada de cuatro fuerzas parlamentarias: el Partido Acción Nacional, el Partido Revolucionario Institucional, Movimiento Ciudadano y el Partido de la Revolución Democrática que propusieron reorientar 115 mil 350 millones del PEF a fin de atender las prioridades de salud, seguridad pública y reactivación económica del año entrante.
La propuesta no significaba daño alguno a las finanzas nacionales, era la salida a un presupuesto inercial centralista que no consideró los más de 10 millones de desempleados por la pandemia y que urgentemente reclaman ocuparse y obtener un ingreso.