El coordinador del Grupo Parlamentario del PAN, Juan Carlos Romero Hicks, afirmó que la promesa presidencial de “primero los pobres” se ha reducido sólo a un eslogan de campaña que ha quedado al descubierto por los datos arrojados por la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares que levanta el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y el reporte del Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social (Coneval).
En un comunicado, sostuvo que, a casi la mitad de este gobierno, la recaudación fiscal rompe todos los récords, los gastos en las obras faraónicas se incrementan día con día, los presupuestos para las fuerzas armadas para tareas que no son parte de su misión se multiplican y las finanzas públicas permiten soportar los boquetes de Pemex y CFE.
Sin embargo, al inicio de esta administración había 51.9 millones de personas en situación de pobreza y hoy sumamos 55.7 millones, al tiempo que hay 18.6 millones de hogares con alguna dificultad para satisfacer sus necesidades alimentarias y 35.7 millones de personas están sin cobertura de servicios de salud.
El líder de la bancada panista sostuvo que con cifras oficiales y más allá de “los otros datos” simulados que dice tener el presidente Andrés Manuel López Obrador, las transferencias del gobierno, es decir “las ayudas” de los programas sociales, fueron insuficientes para compensar la caída de los ingresos de los hogares mexicanos.
Particularmente en el campo, la disminución del presupuesto de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural “es criminal”, con un impacto directo sobre los mexicanos que laboran en el agro nacional.
“El Inegi confirma la realidad que vivimos con un gobierno que dice estar cerca de los pobres, pero que en los hechos es todo lo contrario: el 90% de las familias tuvo una disminución en sus ingresos durante 2020. Esta situación se reflejó en el menor número de viviendas con seguridad alimentaria”, puntualizó.
Romero Hicks estimó que el aumento de la pobreza en México en 2019 y 2020, en gran parte tiene su origen en el incremento del gasto que las familias hicieron para atender su salud, ante la falta de cobertura en las instituciones públicas, la saturación del sistema y el desabasto de medicinas.
“El Coneval certifica lo que advertimos desde que inició el sexenio del presidente López Obrador, cuando se comenzaron a desmantelar las instituciones sanitarias: los mexicanos perdimos nuestro derecho a la salud”.
Con la desaparición del Seguro Popular en 2019 perdimos la garantía de atención médica para 55 millones de afiliados; después con la pandemia y la saturación de los hospitales, millones quedaron sin tratamientos regulares, millones más decidieron no hacer uso del sistema público y gastar de su bolsillo en atención. Hoy 40% de la población acude a los servicios privados de salud.
Por si esto fuera poco, el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) para la salud viene a la baja desde 2018; hay subejercicios en el IMSS y el ISSSTE; los fideicomisos para atender enfermedades catastróficas fueron saqueados, para poner el dinero en los proyectos “prioritarios” del Presidente.
“De 2018 a 2020 los estados más afectados por la pérdida del derecho a la salud son los más pobres: en Oaxaca la carencia aumentó 20.7%, en Guerrero 19.7% y en Chiapas 19.5%, muy por encima del 12% de promedio nacional. Está claro que la política de la “cuarta trastornación” va en contra de los mexicanos, pero es peor para la población en situación de pobre”, finalizó Romero Hicks.
A casi la mitad de este @GobiernoMx no hay "otros datos" sólo existe una realidad:
— Juan Carlos Romero Hicks (@JCRomeroHicks) August 9, 2021
🔴55.7 millones de personas en pobreza.
🔴18.6 millones de hogares con dificultad para satisfacer sus necesidades alimentarias.
🔴35.7 millones de personas sin cobertura de servicios de salud.