Beatriz Paredes y Xóchitl Gálvez, aspirantes al cargo de Responsable de la Construcción del Frente Amplio por México, participaron hoy en el foro regional de Guadalajara y expusieron su visión sobre “México en el mundo”, dentro del cual plantearon sus puntos de vista en torno a la relación bilateral con Estados Unidos, el rol de nuestra nación en Latinoamérica y su posición en la geopolítica mundial.
El penúltimo de los Diálogos Ciudadanos acordados por el Comité Organizador del Frente, los moderadores fueron Rina Mussali Galante, analista sobre asuntos políticos globales y agenda electoral mundial, y Nathan Wolf, director general del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (COMEXI).
Beatriz Paredes aseveró que México desde siempre ha sido presencia esencial en el orbe. Señaló que el nacionalismo mexicano es una herencia dramática, de la pérdida de territorio y siglos de humillación.
Destacó que la transformación que provocó el acuerdo comercial trilateral de América del Norte, ahora T-MEC, dio paso a una nueva era que está encauzando nuestra política exterior.
Expresó que gobernar en el Siglo XXI, en un país con las características que tiene México, es una enorme responsabilidad, y resaltó la posibilidad de que México, junto con Brasil, sean líderes en guiar la economía del Sur.
Apuntó que las normas tienen que aplicarse, y en materia medioambiental la autoridad tiene que ejercerse, no negociarse. En ese sentido, exhortó a apoyar con fondos de modernización a las empresas mexicanas y respaldar a los productores para que tengan mejores prácticas.
Paredes Rangel expuso que como país debemos de tomar la ventaja de pertenecer al bloque regional de América del Norte, así como de ser una potencia en América Latina, junto con Brasil.
Tras externar su rotundo rechazo a la política migratoria de la actual administración, la ex gobernadora de Tlaxcala y ex embajadora demandó la separación del cargo del titular del Instituto Nacional de Migración.
En referencia a la tragedia ocurrida en la estación migratoria de Ciudad Juárez, Chihuahua, dijo que “solo en un país que no respeta el espíritu jurídico, después de ese accidente, que realmente fue un crimen, un funcionario puede seguir en la actividad”.
Puntualizó que la ideología que debe regir a un jefe de Estado mexicano, es el interés de México, basado en la Constitución.
Paredes Rangel advirtió además que nuestro continente está enfermo de violencia, sacudido por el crimen organizado, y lastimado por políticas migratorias regresivas. Por ello, planteó convocar a una Cumbre Universal sobre el tema del narcotráfico.
Añadió que es necesario construir un nuevo orden mundial, luego del trabajo que ha hecho Naciones Unidas para convocar a que haya una reflexión sobre temas como el cambio climático y la inteligencia artificial.
En ese contexto, consideró que es fundamental apoyar la iniciativa de consulados móviles, así como que los diplomáticos de carrera reciban una pensión digna.
Bromeó, y preguntó a los asistentes: "Saben por qué no fue a la reunión del G20, porque no fue en Macuspana".
Anotó que México, en materia de política exterior, se encuentra en la disyuntiva de incidir en el mundo con alianzas democráticas o "estaremos anclados en una utopía regresiva y no en un caudillismo trasnochado, que nos sacará de la nueva historia. La mayoría tendrá la palabra".
Por su parte, Xóchitl Gálvez argumentó que en este sexenio México ha perdido influencia y relevancia internacional. Incluso, planteó que en materia de política exterior, el presidente fue ponchado cuando se rechazaron sus propuestas para encabezar la Organización Mundial de Comercio (OMC), la CEPAL y el BID.
Destacó que vivimos una de las revoluciones tecnológicas más importantes de las últimas décadas y advirtió que ante un nuevo orden mundial, nos queda mirar de lejos o ser protagonistas. Pero aclaró enseguida que debemos ser protagonistas, y para ello, indicó que debemos ser serios y responsables, cumplir con la palabra y respetar los acuerdos que se firman a nivel internacional.
En la relación con las naciones de América Latina, Xóchitl Gálvez advirtió que “no debemos ser amigos de gobiernos dictatoriales”, como los de Cuba, Venezuela, o el de Daniel Ortega en Nicaragua. Criticó que, en torno a ellos, México no ha levantado una ceja y expresó su solidaridad con la comunidad jesuita, a la que el gobierno nicaragüense le ha decomisado sus bienes.
Se pronunció por atender el tema de la migración con honestidad, de frente y sin tapujos, y no solamente desde el interés electoral. Dijo que muchos de los migrantes que son regresados a la frontera con México se encuentran hacinados en albergues.
Planteó que se debe llegar a acuerdos para terminar con esa situación en materia de migración.
En el rubro económico, Xóchitl Gálvez dijo que no podemos quedarnos sentados en Palacio Nacional esperando a que lleguen las inversiones. “Hay que ir a buscarlas”, señaló. Subrayó que más del 80% del comercio es con Estados Unidos, e insistió en que México debe relacionarse con naciones democráticas, que respeten los derechos humanos.
También, consideró que las mujeres merecen mayor participación en la política exterior, en la red consular, en las embajadas y en los organismos multilaterales. Además, sostuvo se debe ir a una nueva etapa de cooperación con América del Norte en materia de combate al crimen, con estrategia, inteligencia y tecnología.
Sobre las relaciones bilaterales con España, consideró que deben continuar, y argumentó que no cree en la pausa. Sería mejor, agregó, que el Presidente enviara al Senado la reforma constitucional que recoge los acuerdos de San Andrés Larráinzar.
En su mensaje de cierre, advirtió que se deben abrir las puertas del mundo para todas y todos los mexicanos. “Somos un México sin fronteras, que abraza la esperanza de una vida mejor, que vive en cada migrante y en cada mexicano que viaja al exterior, en cada diplomático que porta con orgullo nuestra bandera. Si nos ponemos a trabajar duro, jalamos todos parejo, el mundo es nuestro”, expresó.
Redacción