Más allá de si recibió o no dinero del narcotráfico para su campaña presidencial del 2006, los hechos demuestran, sin sombra de duda, que López Obrador convirtió a los cárteles del narcotráfico en los protegidos predilectos de su régimen, acusó el presidente del PAN, Marko Cortés Mendoza.
En un país bañado en sangre, con casi 180 mil muertos, agregó el dirigente, los cárteles del narco se expandieron, se hicieron más grandes, fuertes e impunes al amparo de la política de “abrazos, no balazos”.
En números redondos, en lo que va de este gobierno han ocurrido 120 mil homicidios dolosos más que los ocurridos en el gobierno de Vicente Fox; 60 mil más que en el sexenio de Felipe Calderón y 24 mil más que en la administración de Enrique Peña Nieto.
“A ese río de sangre hoy le quieren poner un segundo piso”, añadió. Cortés Mendoza explicó que, con la complacencia del gobierno, pagada o no por el dinero del narco, los cárteles comparten el poder político pues en muchas regiones del país los habitantes recurren a los jefes locales para pedir paz en una fiesta o para obtener permisos para comerciar.
“En muchas entidades del país los jefes del narco son más poderosos que López Obrador”, expresó Cortés Mendoza quien dijo que, por si esto fuera poco, hoy sabemos que en su momento la DEA investigó la entrega de dos millones de dólares del Cártel de Sinaloa al chofer de López Obrador para la campaña presidencial del 2006.
También sabemos que el secretario de la Defensa Nacional advirtió al Fiscal General de la República, en 2019, sobre el nombramiento de un guardaespaldas de López Obrador en un alto cargo de la SEIDO, a pesar de estar ligado al Cártel de los Beltrán Leyva.
“Con la complicidad del gobierno, pagada o no, los narcos despojan de sus tierras y ganado a comunidades enteras, fijan el precio y comercializan los productos básicos, cobran derecho de piso, imponen terror disparando a inocentes en la calle, entran a las cárceles a sacar prisioneros, imponen retenes en carreteras e incluso dan permiso a las madres de desaparecidos para buscar o no en los territorios bajo su dominio”.
El imperio de los cárteles, concluyó, ha provocado un éxodo tan grande en muchos estados, especialmente en Guerrero, Chiapas, Michoacán, Tamaulipas y Zacatecas, que en este sexenio, según investigación de la prensa, más de 300 mil mexicanos desplazados han solicitado asilo en Estados Unidos y cerca de 28 mil en Canadá, por lo que López Obrador, por todas su acciones y omisiones, se ha ganado a pulso el hashtag #NarcoPresidente.
Redacción