La Vicepresidenta de la Cámara de Diputados, Dolores Padierna Luna, afirmó que el consorcio al que pertenece quien grita que el Gobierno es su empleado, ha recibido exorbitantes ganancias, miles de millones de pesos, en utilidades netas, durante los últimos 20 años, y ahora deberá cumplir cabalmente con sus obligaciones fiscales, “y eso es lo que les molesta, que haya un Presidente que los obligue a respetar la Ley”.

Dijo que el incremento en la recaudación durante lo que va de este Gobierno no se finca como ocurría antes, en cargar el peso en los contribuyentes cautivos sino en conseguir en que paguen los que no pagaban, por eso ahora vociferan en el Zócalo en medio de decenas de tiendas de campañas vacías.

Señaló que en las protestas de la ultraderecha hay un grito constante: el Gobierno es nuestro empleado porque pagan impuestos.

Al respecto, recordó que justo una de las peores herencias que recibió el actual Gobierno fue un sistema tributario que se negaba a cumplir con su misión esencial de recabar impuestos a partir de variadas fórmulas que se fueron perfeccionando durante varios años como el de las llamadas empresas factureras, que eran falsificadoras de facturas y una de las expresiones más deleznables, además de las múltiples formas de elusión y evasión fiscales.

“Quien grita ¡pagamos impuestos!, pertenece a una de las empresas evasoras acostumbrados al privilegio de no pagar por décadas sus obligaciones tributarias. Ahora se les obligó a regularizar su situación fiscal y entregar al fisco los miles de millones de pesos que debían, y se sumó a 15 grandes empresas que han entregado grandes sumas a las arcas nacionales”, expuso.

Impuestos, abundó la legisladora federal, que se habían negado a pagar a otros gobiernos, ya sea por la laxitud del sistema tributario o de plano porque se coludían con los funcionarios responsables para defraudar al fisco y así obtener beneficios personales mutuamente.