Toda la semana, seguramente, hemos estado leyendo y escuchando más de una felicitación por el día “Internacional de la mujer” que es la conmemoración de la lucha de las mujeres por su participación en la búsqueda de la igualdad y el reconocimiento de sus derechos, así que en teoría no tendríamos que “celebrar” sino seguir en esta incansable lucha que hemos tenido las mujeres por muchos años.
Y entre tanta “celebración” me llegó una imagen muy interesante (que incluyo en esta columna) en la que se hace referencia al derecho de una mujer a decidir qué hacer con su cuerpo.
Y me pregunto ¿Realmente tenemos derecho a decidir libremente? Y con todo esto de que nos felicitan y nos celebran y somos lo más preciado del mundo (claro solo el 8 de marzo) es cierto que YO como mujer puedo decidir, con quién quiero tener o no tener un hijo, casarme o no casarme, dormir con un chico o una chica, ponerme un tatuaje o no, trabajar o no, ser ama de casa o no, entre muchas otras cosas que podemos poner sobre la mesa.
Sinceramente pienso que estamos muy alejados de la “utopía” feminista de ser libres, porque si no mal recuerdo en México ha habido grandes polémicas sobre el aborto, sobre los matrimonios igualitarios, sobre que las mujeres debemos casarnos y salir “bien” de nuestras casas, digo casadas aunque los maridos sean unos golpeadores o algo así, la cosa es salir de casa bien casada para que la sociedad nos vea bien, y bueno ni qué decir con las formas de expresión como los tatuajes, no hace mucho en un estado de por el norte salieron con el chiste de que “la gente mala” se tatúa… y así por el estilo.
El problema es que estamos tan acostumbrados a que todos decidan por nosotros que, en el momento en que empezamos a hacer conciencia sobre la facultad que tenemos de hacer lo que queramos con nuestros cuerpos, la gente se molesta, hacen marchas, nos quieren intimidar, nos insultan, en ocasiones hay golpes, hay maltrato psicológico y muchas cosas más.
Yo soy y quiero seguir siendo de las que dice: “Yo decido quién entra y quién sale” ¿Y tú?