En mi texto anterior, titulado: Los indicios no son pruebas, hice mención concreta a las declaraciones de Sergio Aguayo en la cual, sin pruebas y con muchos indicios, acusaba directamente a la presidencia de la Republica de censurar a Aristegui, pero como el mismo dice, no tiene pruebas para demostrarlo.
Me extraña que siendo parte del Sistema Nacional de Investigadores, Aguayo se aventure a dar por hecho algo, sólo con inicios, más cuando en una investigación los indicios pueden estar bien para empezar, pero son los hechos duros los que pesan, los que demuestran, los que sostienen toda investigación.
Y es que todos los estudiantes que han pasado por una Tesis de licenciatura, maestría o doctorado saben que los hechos son aquellos que pueden sostener su investigación y que ningún investigador puede sostener una hipótesis con indicios, pues toda hipótesis se sostiene con hechos.
Eso es lo que le paso a Aristegui, su reportaje, y lo llamo como ella misma se ha referido al reportaje sobre “La Casa Blanca” es sólo, un manojo de indicios y conjeturas que no tienen ninguna prueba contundente, ¿acaso alguien tiene esas pruebas contundentes que demuestren el “conflicto de intereses” que se menciona en ese caso? De ser así, ¿por qué no las han mostrado? Este es el momento para que salgas esas pruebas, no se trata de decir que ese reportaje es prueba, el reportaje, fiel al estilo del periodismo militante ; no hace más que acusar haciendo conjeturas, casi chismes sin aportar prueba alguna y ese es el problema.
Y es que en este momento lo menos importante, es que las pruebas y no los indicios, reflejan que no hay ningún delito o conflicto de intereses en el caso de las propiedades que tanto dieron a los incendiarios de siempre los argumentos para acusar al representante del poder ejecutivo de corrupción. Al igual que en el caso de los asesinatos en la colonia Narvarte, la sentencia fue hecha sin que la investigación estuviera concluida y ya tenía sus culpables.
Es raro que suela coincidir con Federico Arreola, fundador del Sendero Del Peje (SDP) por la marcada tendencia de ser un medio que defiende las causas de izquierda, por ser un periodismo militante. Pero en esta ocasión y desde la salida del reportaje, Arreola menciono que era un buen reportaje pero había sido hecho para golpear al presidente, no por nada decía que la bautizada “Casa Blanca” era de él, aunque más tarde le dieron la titularidad a la esposa pero el daño estaba hecho y los incendiarios aun dicen que la casa es de Peña Nieto.
En este momento las pruebas no funcionan para nada, el litigar en los medios, linchar a alguien sin pruebas, sin conocer el contexto, fulminan todo en horas. Twitter y Facebook fueron las armas y lo peor es que lo seguirán siendo.
El daño esta hecho.